Créditos más baratos para regular la próxima campaña de cereales

El Fondo de Ordenación y Regulación de Precios y Productos Agrarios (FORPPA) ha propuesto al Consejo de Ministros, entre otras medidas, reducir el tipo de interés en los préstamos que se conceden a los agricultores y ganaderos, con objeto de regular el mercado para la próxima campaña cerealista y proporcionar de este modo alicientes alternativos para fomentar el asociacionismo en el sector agrario.

Los créditos que actualmente se conceden, con un interés del 13%, quedarían reducidos, según la propuesta que debe aprobar el Gabiente en una de sus próximas reuniones, a un 12% cuando se trate de agricultores individuales, mientras que este interés será de un 10% si quienes lo solicitan son entidades asociativas o cooperativas.Según señaló el presidente del FORPPA, Julián Arévalo, esta es una primera medida que pretende apoyar el asociacionismo agrario. Los ganaderos podrán tener también acceso directo a la adquisición de cereales a través de este tipo de créditos en idénticas condiciones que para los agricultores.

Financiación privada

Al igual que en la pasada temporada, estos créditos podrán ser canalizados a través de entidades financieras privadas, corriendo por cuenta de la Administración la subvención de intereses entre el precio del crédito en el mercado y el del tipo al que se concede. Al ser canalizados a través de entidades privadas, desaparecen de forma automática los avales que anteriormente cargaban el coste total del crédito en un 2% de media.Asimismo, y para ayudar a la regulación de la campaña cerealista 1985-1986, que comienza el próximo 1 de junio, el organismo que preside Julián Arévalo ha autorizado al Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA) para que lleve a cabo de forma inmediata la movilización de 600.000 toneladas de cereales. Es decir, la posibilidad de ubicar cereales en aquellas provincias del terriotario nacional donde exista menor acumulación, con objeto de dejar espacio suficiente en los silos para cuando comience a recogerse la nueva cosecha.

El SENPA tiene una capacidad de almacenamiento de unos cuatro millones de toneladas, con una ocupación actual de aproximadamente un 40% de la misma. Sin embargo, la distribución es muy desigual, según las provincias.

Otra de las medidas acordadas es la de solicitar al Gobierno la exportación, a corto plazo, de 100.000 toneladas de trigo duro, que no tienen en estos momentos acogidas en el mercado interior.

Según señaló el presidente del SENPA, esta exportación se realizará tanto en grano como en productos elaborados -especialmente en sémolas-, con lo que se quedaría en España el valor añadido que pueda originar. La principal partida de estas 100.000 toneladas tendrá como destino Argelia, país con el que habían quedado paralizados múltiples contratos, y que ha vuelto a abrir sus puertas tras la solución del contencioso del gas. El resto de esta cantidad irá con destino a los países del norte de África, así como a los de la Comunidad Económica Europea.

Ahorro de recursos

Según destacó Arévalo, este sistema, con el que se pretende conseguir una mayor racionalización del sector cerealista, está permitiendo un importante ahorro de recursos públicos, ya que la Administración tiene una menor necesidad de realizar esta recogida de cereales.Un hecho destacable, en opinión del presidente del FORPPA, es que mientras en la campaña 1980-1981, con una cosecha de 19 millones de cereales, hubo que dedicar 160.000 millones de pesetas para regular el mercado, el pasado año, con una cosecha récord de 21 millones de toneladas, los recursos destinados fueron de 50.000 millones.

En el presente ejercicio, en el que se espeara una cosecha bastante similar a la del precedentae, se confía en recortar más los recuros destinados. Las previsiones oficiales apuntan a una cosecha de seis millones de toneladas de trigo, y de 10 millones de toneladas de cebada. Sin embargo, según subrayó Julián Arévalo, el FORPPA no va a poner ningún tipo de límites para destinar fondos a la subvención de los créditos para regular el mercado.