Complejo acuerdo para resolver la crisis institucional en Honduras
Un complejo acuerdo entre los cuatro partidos con representación parlamentaria, el Ejército y los sindicatos de Honduras, firmado el martes en ausencia del presidente, Roberto Suazo, que se encuentra en Washington, ha resuelto la crisis institucional abierta hace siete semanas por un enfrentamiento entre el Congreso y el jefe del Estado. Éste ha sido el gran perdedor. Sus tesis fueron rechazadas por su propio partido y el alto mando militar.El conflicto estalló en marzo, al rechazar Suazo Córdova dos resoluciones del Congreso. Una reformaba la ley electoral, obligando a los partidos a realizar primarias para designar a sus candidatos presidenciales. La otra suponía el cese de cinco miembros del Tribunal Supremo y su sustitución por juristas nombrados por la Cámara. Así pretendía garantizar en los próximos comicios la neutralidad de la corte, máximo árbitro electoral, Suazo encarceló al nuevo titular del tribunal y desestimó la reforma de la ley de elecciones, ya que con sus maniobras había conseguido que los dos partidos históricos, el liberal y el nacional, designasen a candidatos de su agrado en convenciones manipuladas.
Después de una etapa de incertidumbre, los militares decidieron negociar con todos los sectores. Ante la cerrazón de Suazo, los sindicatos rompieron el diálogo el pasado fin de semana y convocaron a una huelga general. Bastó que Suazo saliera del país para llegar a un acuerdo. La nueva corte queda disuelta. Ramón Valladares, el nuevo presidente nombrado por la Cámara, será puesto en libertad a cambio de la renuncia al cargo en el que se restituye al abogado Arita Palomo, que cumplirá así su mandato de cuatro años. El Congreso podrá, sin embargo, sustituir a cuatro de los nueve miembros del tribunal.
Los comicios del próximo 24 de noviembre, en los que se elegirá presidente, diputados y alcaldes, servirán para definir el control interno de cada partido. Las múltiples fracciones que se disputan el liderazgo liberal y nacionalista podrán presentar a sus candidatos tanto para la presidencia como para el Congreso.
Para la elección presidencial, se suman, primeramente, los votos de cada partido. Dentro del partido ganador, será el candidato de la tendencia mayoritaria el que acceda a la jefatura del Estado. Para el Congreso, la fórmula es similar, pero para la distribución de escaños entre las tendencias de cada partido se aplica el sistema proporcional.
El problema radíca en que el futuro presidente hondureño puede salir elegido con una cantidad insignificante de papeletas, ya que se perfilan cinco cabezas de fila dentro del partido liberal y cuatro en el nacionalista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.