Valerio invoca el secreto profesional para no revelar la finalidad de las diligencias solicitadas sobre el 'caso Brouard'

BONIFACIO DE LA CUADRA, El fiscal Emilio Valerio Martínez de Muniáin declaró ayer ante el juez que ha sido expedientado y sancionado "por su actuación en el sumarlo tramitado por el asesinato de Santiago Brouard". Por lo demás, se amparó en el secreto profesional para no responder a las preguntas que le formuló el magistrado, de acuerdo con la prueba propuesta por EL PAÍS, sobre la finalidad de las diligencias solicitadas en torno a varios servicios del Estado sobre el asesinato de Brouard. Valerio estimó que la revelación de datos conocidos por razón de su cargo podría "afectar y perjudicar gravemente" la investigación en marcha.

La declaración del fiscal Valerio, residente en Bilbao, estaba previsto que se realizara mediante exhorto, como la del comisario de policía Antonio Rosinos. Sin embargo, acudió a testimoniar ante el Juzgado de Primera Instancia número 16 de Madrid, que tramita la demanda presentada por el ministro del Interior, José Barrionuevo, contra el director y la empresa editora de EL PAÍS, por encontrarse el testigo ayer en Madrid. El testigo, el magistrado y las partes aceptaron el cambio de forma de la declaración.Valerio reconoció que el 13 de diciembre se encontraba encargado de la investigación sobre el asesinato de Brouard, dirigente de Herri Batasuna, y aceptó haber propuesto al juez competente de Bilbao diligencias muy similares a las que después fueron convertidas en sendos oficios al ministro de Defensa y al comisario general de Información. Preguntado sobre si deseaba conocer la dirección de los Servicios de Información del Ejército y del Estado Mayor Conjunto para solicitar nuevas diligencias encaminadas a aclarar el asesinato de Brouard, Valerio contestó: "Efectivamente, puedo responder con conocimiento de causa a esta pregunta y a preguntas de contenido similar...".

A continuación, y prácticamente dictando su respuesta, el fiscal Valerio dijo: "Sin embargo, el hecho de que el proceso penal esté todavía abierto y en fase de instrucción, unido a la circunstancia de que la jurisdicción penal tiene carácter prevalente sobre la jurisdicción civil, me impone un deber elemental de discreción. Además, y esto para mí es importante, el hecho de que la investigación del asesinato ya referido siga su curso y el hecho, que para mí es evidente, de que cualquier noticia concreta que conozco por razón de mi cargo pudiera afectar y perjudicar gravemente el éxito de aquélla, me inducen a, amparándome en el secreto profesional, no responder a esa pregunta".

El abogado de EL PAÍS señaló que no se trataba de conocer el contenido de los ulteriores oficios que pensaba dirigir a los organismos de información militar una vez conocidos los nombres, graduación y dirección de sus responsables, sino solamente si pensaba en efecto enviarles nuevas providencias. Los intentos del magistrado y del letrado de EL PAÍS de explicarle así la pregunta para facilitarle la respuesta, fueron cortados por el fiscal Valerio: "Me vuelvo a amparar en el secreto profesional". Igual amparo invocó para no contestar a otra pregunta, cuya respuesta dijo también conocer La pregunta pretendía indagar s la petición del fiscal jefe de Bilbao de que cualquier diligencia a realizar en el sumario del caso Brouard la consultase con él fue lo que mo tivó su cese como fiscal en esi causa.

A una pregunta sobre sus declaraciones a Radio Bilbao el 9 de enero de 1985, en las que asegura ba que "el caso Brouard se podría haber evitado y que determinada personas e instituciones podría haber tenido conocimiento de atentado", Valerio aceptó que ta frase era exacta, "pero está aislada", dijo, "de su contexto". Y se amparó en el secreto profesióna para no relatar ese contexto.

Valerio contestó afirmativa mente a la pregunta de si había sido "expedientado y sancionad por su actuación en el sumario tramitado por el asesinato de Santiago Brouard".