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El presidente de la CES denuncia el retorno del liberalismo "duro y puro" en algunos países de Europa

"El retorno del liberalismo puro y duro, la ley del más fuerte, la vuelta a la jungla, que está siendo argumentado ideológicamente por la derecha, ha seducido a numerosos gobiernos de la Comunidad Económica Europea", señaló Georges Debunne, presidente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en el discurso de apertura del quinto congreso de esta organización que comenzó el lunes en Milán. El congreso se celebra bajo el lema "Acción solidaria por el empleo y la paz" y ha reunido a más de 600 delegados de los países de Europa occidental.El presidente de la CES analizó en su intervención los problemas a los que tiene que hacer frente la clase obrera europea y sus sindicatos, al tiempo que esbozó las tareas que ésta tiene frente a sí en el contexto europeo.

"El modelo norteamericano de crecimiento económico es citado frecuentemente como ejemplo por ciertos países europeos", afirmó Debunne, "sin tener en cuenta que ese mismo relanzamiento de la economía estadounidense ha tenido un efecto negativo en Europa, que ha supuesto una insoportable presión inflacionista como consecuencia del alza del dólar y ha sido, a la vez, un buen pretexto para que cierto número de Gobiernos europeos occidentales lleven a cabo una política económica restrictiva en la que los trabajadores son las primeras víctimas.

Más adelante, el presidente de la CES señaló que "la derecha política, financiera y patronal está aprovechando las crisis y las mutaciones industriales debidas a la introducción de las nuevas tecnologías para dividir el mundo del trabajo y romper la columna vertebral de los sindicatos, a fin de imponer su ideología y dictar sus leyes en beneficio de una pequeña minoría y en detrimento de los intereses de la mayoría".

En este sentido, los sindicatos en la hora actual "no pueden dejarse atrapar en las rigideces del sistema capitalista, tales como la aplicación de las leyes del mercado, pura y simplemente, que además no siempre son respetadas por aquellos que las preconizan".

Debunne recordó la proposición de la Confederación Europea de Sindicatos, según la cual cada país debería invertir el 1 % de su producto nacional bruto en determinados sectores para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos y crear puestos de trabajo "sin mayores inconvenientes en la balanza de pagos, ni sobre los presupuestos del Estado".

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