_
_
_
_
_

El acuerdo Seat-Volswagen depende de la asunción de los 180.000 millones de deuda

Rosa Cullell

El punto débil de las negociaciones entre Seat y Volkswagen, cuyo acuerdo no se firmará antes de finales de año, es la asunción de la deuda de la empresa española, unos 180.000 millones de pesetas, según fuentes de esta última. Portavoces de Seat afirmaron que el Instituto Nacional de Industria (INI) está negociando un plan de inversiones compartidas con Volkswagen para asumir las pérdidas acumuladas. Volkswagen ya está de acuerdo en asumir su parte en el plan de modernización de Seat, que prevé unas inversiones de unos 300.000 millones de pesetas, mantener la marca española, reducir 4.000 empleos y fabricar tres modelos en España: dos españoles y uno alemán.

El presidente de Seat, Juan Antonio Díaz Álvarez, expresó ayer en Barcelona, donde participó en unos programas de formación del personal, la necesidad de qué la empresa entable una reconversión industrial y financiera, "para reducir los costes financieros que en este momento representan un 20% del total, mientras que los de las empresas de la competencia son de un 2,75%".La inversión de 300.000 millones de pesetas, anunciada ya por el presidente del INI, se considera necesaria para llevar a cabo un plan de industrialización de Seat, durante un período de siete a 10 años. La decisión fue establecida por una auditoría llevada a cabo por la firma McKinsey. Paralelamente, Volkswagen y Seat realizaron unas auditorías sobre las cuentas de resultados. Los técnicos de Volkswagen, que han girado diversas visitas a las fábricas españolas, han acordado asumir una parte de esos 300.000 millones de inversión.

Sin embargo, la firma alemana no está dispuesta a absorber, tal y como pretendía el INI, las pérdidas 180.000 millones de pesetas acumuladas por la sociedad española. Según fuentes de Seat, se está negociando "un plan de inversiones compartidas entre el INI y Volkswagen, para acabar con la deuda, que es lo que retrasa el acuerdo".

Por otro lado, tanto Seat como Volkswagen están dispuestos, tal y como manifestó ayer Díaz Ávarez, a emprender una regulación de empleo que afectaría, en un plazo de tres a cinco años, a 4.000 trabajadores de una plantilla de 23.000 personas. Esta reducción estará en función de lo que se prevé sería la producción óptima, unos 450.000 coches anuales. La primera alternativa de Seat, que preveía el mantenimiento de los 23.000 puestos de trabajo con una producción de 600.000 unidades, no ha sido considerada viable por Volkswagen. La regulación se emprenderá, según el presidente de Seat, mediante bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas". Seat ha regulado este año 10 días de trabajo y se prevé la reducción de un total de 40 jornadas.

Formación y exportación

Díaz Álvarez participó ayer en las primeras jornadas de formación de Seat, realizadas en las fábricas de Martorell, El Prat y Barcelona, en las que tomaron parte 18.000 trabajadores. La inversión de formación de Seat en el pasado año no excedió los 50 millones de pesetas, pero la empresa, según su presidente, piensa invertir durante 1985 un total de 700 millones, y para 1987 la cifra dedicada llegará a los 2.000 millones de pesetas.

El presidente de Seat explicó que para 1985 se prevé una producción de 350.000 coches. "De esta producción", dijo, "220.000 unidades serán exportadas y 130.000 las absorberá el mercado interno". Para 1986 se espera un descenso de la exportación, ya que finaliza el contrato con FIAT, que absorbía 50.000 modelos Panda.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_