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La Democracia Cristiana recupera su hegemonía en Italia

Juan Arias

Roma El dato más significativo de las elecciones locales celebradas el domingo y el lunes en Italia, a las que se había dado una gran relevancia política, es el retroceso del Partido Comunista Italiano (PCI) y el claro avance de la Democracia Cristiana (DC), que recupera el 5% de los votos perdidos en las últimas elecciones para el Parlamento Europeo, cuando, por primera vez en la historia, fue superada por el partido comunista. El Partido Socialista Italiano (PSI) gana algunas posiciones, pero no todo lo que hubiese deseado, teniendo en cuenta que su secretario general, Bettino Craxi, lleva dos años a la cabeza del Gobierno. El partido de los Verdes, que nunca se había presentado en Italia, gana escaños en todas las regiones en las que tenía candidatos.

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El partido de la extrema izquierda Democracia Proletaria y el Partido Republicano de Giovanni Spadolini han ganado también posiciones. Por el contrario, han perdido votos los partidos Liberal y Socialdemócrata -que, junto con republicanos, socialistas y democristianos, formaban el Gobierno de coalición-, mientras que se advierte una pequeña mejoría de los neofascistas de Giorgio Almirante, que en Bonzano, en el norte del país, se han convertido incluso en el primer partido de la ciudad.Los datos conocidos esta madrugada, una vez escrutado alrededor del 90% de los votos, confirmó plenamente las proyecciones hechas horas antes por el Instituto Doxa. Éste desde hace 10 años nunca se ha equivocado en sus resultados, hasta el punto que, apenas conocidos sus pronósticos, ya todos los dirigentes políticos del país se presentaron ante la televisión para hacer sus declaraciones, considerando las proyecciones como resultado definitivo al 98%.

Según estos datos, que se refieren sólo a los gobiernos regionales -los resultados de las provincias y las ciudades se conocerán hoy-, eran los siguientes: Democracia Cristiana, 34,8%.; Partido Comunista Italiano, 30,5%; Partido Socialista Italiano, l3,2%; Movimiento Social Italiano, 6,4%.; Partido Republicano, 4%.; Partido Socialdemócrata, 3,9%; Partido Liberal, 2,2%; Partido de los Verdes, 1,8%, y Democracia Proletaria, 1,5%.

Los comentaristas de la televisión dijeron anoche que por los datos conocidos se tenía la impresión de que la mayoría de izquierdas estaba en peligro en las principales ciudades, aunque no había resultados oficiales ni oficiosos. Las dos primeras capitales italianas, Roma y Milán, están en manos de la alianza socialista-comunista, ya rota.

El partido comunista, según estos datos no oficiales, baja en las regiones el 2,8% respecto a las administrativas de 1979, el 2,5%. respecto a las generales de 1983 y el 5,2% respecto a las europeas del año pasado. Hay que considerar además que en estas elecciones el viejo Partido Democrático de Unidad Proletaria (PDUP), que había obtenido en las anteriores el 1,2%, se ha presentado fundido con el partido comunista.

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La Democracia Cristiana, que pierde casi dos puntos en relación con las administrativas de 1979, ha superado, sin embargo, los resultados de las generales y de las europeas, y gracias a la derrota comunista de ayer aumenta la distancia sobre su gran adversario en casi un 5% y se queda ya completamente tranquila frente al peligro de un posible avance comunista.

Avance socialista

El partido socialista, que siempre suele cobrar ventaja en las elecciones administrativas, ha ganado puntos en relación con las tres últimas elecciones, pasando del 12,7% de las administrativas de 1979 a un 13,2%. Gana aún más respecto a las últimas generales y a las europeas, en las que había conseguido, respectivamente, el 11,4% y el 11,3 %. Pese a todo, esta vez se ha quedado aún por debajo del mínimo, un 15%, que esperaba.

Sin embargo, los socialistas están satisfechos porque las elecciones han consolidado la actual coalición de gobierno, presidida por su secretario general, Bettino Craxi, y que se mantiene en el poder desde hace 21 meses. Los cinco partidos que integran esa coalición han obtenido casi el 60% de los votos nacionales. La alegría socialista ha sido mayor porque la campaña electoral comunista se había basado en un duro ataque al actual Gobierno de Craxi, y pedían a los electores votos para derribarlo.

Los comunistas han declarado abiertamente, por boca de uno de sus líderes nacionales, Cahille Occhetto, que "están insatisfechos" y que no se esperaban tal resultado. Pero han puntualizado que no se puede hablar de una derrota, porque no se trataba "de ganar ninguna guerra", sino de "dar una batalla". A los socialistas, que comentaron: "No nos gustaría encontrarnos hoy en la piel de los comunistas", Occhetto les respondió: "Ya lo creo que les gustaría. Es mejor perder unos votos, continuando siendo el partido del 30% del país, que ganarlos continuando siendo un partido de calderilla".

Una doble victoria

El vicesecretario del partido socialista, Claudio Martelli, manifestó anoche en la televisión que su partido ve los resultados "como una doble victoria". "Estamos muy satisfechos", dijo, "por el resultado obtenido por nuestro partido y, al mismo tiempo, por los resultados alcanzados por el Gobierno en su conjunto".

El ex primer ministro democristiano Amintore Fanfani dijo que los datos que ofrece la proyección conocida "no comprometen el actual equilibrio político y parlamentario". Las elecciones celebradas en dos jornadas en Italia afectaron a 15 de las 20 regiones italianas, a 86 de las 95 provincias y a más de 6.500 ciudades en todo el país.

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