La primera feria taurina del mundo

Cuando esta tarde el presidente de turno asome por el antepecho del palco, el pañuelo reglamentarlo y las cuadrillas de El Fundi, Luis Miguel Calvo y Carmelo inicien el paseíllo, habrá dado comienzo la feria más importante del planeta taurino.La novillada de esta tarde se da fuera de abono. El auténtico serial empieza el próximo día 15, y durante 25 tardes seguidas, sin respiro ni alivio, los aficionados acudirán a las siete de la tarde ala plaza de Las Ventas. La plaza madrileña es la única que puede ofrecer tan largo número de espectáculos a precios relativamente módicos. Por la cantidad de 4.120 pesetas se pueden ver las 24 corridas. Es el importe del abono de una andanada de sol. Para los que gustan de exhibirse y figurar en una barrera de sombra, el abono les sale por 121.325 pesetas, y si acuden con la compañera de amores y sinsabores, el afán exhibitorio les supone 242.650 pesetas.

No hay en la feria ningún cartel del que pueda decirse que tiene gancho irresistible para el aficionado. Un cartel corno aquellos que hacían empeñar el colchón a nuestros abuelos. La casa Chopera no suele elaborar ternas de toreros caros o con rivalidades entre ellos, que pueden saltar del ruedo a los tendidos, con las consiguientes pugnas entre los espectadores. A pesar de todo, el cartel del día 18 es el que más ha gustado a todo el mundo. Antoñete, Curro Vázquez y Yiyo tienen clase sobrada para ofrecer una gran tarde de toros. Lo malo es que la ganadería de Atanasio Fernández ofrece muchas menos garantías, pues su juego, durante estos últimos años, ha bajado bastante. Por si fuera poco, la presencia de estos toros del día 18, que ya pueden verse en la Venta del Batán, deja un tanto que desear. Hay dos toros muy chicos que pueden tener problemas con los veterinarios.

Pero al aficionado le hubiera gustado ver a Antoñete con Julio Robles o con Luis Francisco Esplá, por ejemplo, que son toreros que salen a competir sin respeto a veteranas maestrías.

Antoñete alterna otras tardes de la feria con Rafael de Paula y Curro Romero, que son diestros de aleatorios resultados, e ir a ver los es como comprar un billete de lotería.

Otra corrida de atractivo cartel es la del día 22, con toros de la ganadería jerezana de Torrealta, para Curro Romero, Curro Vázquez y Pepe Luis Vázquez. Esa tarde puede haber sonoras broncas, con diluvio de almohadillas e inenarrables apoteosis con los tres matadores en volandas por la puerta grande. Esa incógnita es precisamente el enorme atractivo que tiene la corrida.

Falta en la feria una semana del, toro, como se dio en pasadas ediciones, en la que solía reservarse la semana última para las ganaderías conocidas como duras. Los Victorino van este año muy al principio del abono. Se lidian el día 20, y frente a ellos veremos, como siempre, a Ruiz Miguel y a Tomás Campuzano. Ortega Cano ha pedido también ser incluido en el cartel.

Este alarde lo suelen hacer los toreros que quieren demostrar que no es tan fiero el Victorino como lo pintan. Lo hizo el año pasado Dámaso González, el gran ausente de los carteles de este año, que se ha quedado fuera por un quítame allá esas pesetas.