El Parlamento de Cataluña faculta a Pujol, con los únicos votos de CiU, a disolverlo

El Parlamento de Cataluña aprobó ayer, con tan sólo los votos favorables de Convergència i Unió (CiU), una proposición de ley que faculta al presidente de la Generalitat a disolver la Cámara en cualquier momento. Socialistas, comunistas y populares no participaron en la votación, como medida de protesta por la actitud de CiU, que, en opinión de dichos grupos, rompe el equilibrio institucional conseguido en la anterior legislatura con la ley del President, del Parlament y del Consell Executiu, conocida como el estatut interior. Esquerra Republicana se abstuvo en la votación.

La querella contra 25 ex directivos de Banca Catalana, entre los que se encuentra Jordi Pujol, flotó en el ambiente durante el debate, aunque ninguno de los oradores pronunció el nombre de la entidad bancaria. En opinión de socialistas, comunistas y Esquerra existen "razones ocultas" para que CiU promueva unilateralmente la modificación del Estatut Interior, una de las leyes más importantes de la anterior legislatura y que precisó de numerosas concesiones de todos los grupos para ser aprobada, unánimemente, en 1982.En esa ocasión CiU renunció a la facultad del presidente de la Generalitat de disolver el Parlament y, a cambio, la izquierda aceptó que la. moción de censura al titular de la Generalitat fuera constructiva (con candidato alternativo) y que no hubiera mociones de censura individuales a los consellers. Las razones ocultas para la modificación del Estatut Interior pueden encontrarse, según comentaron fuera del hemiciclo varios diputados socialistas, en los deseos de Pujol de tener la facultad de disolver el Parlamenten función de cómo evolucione la querella sobre Banca Catalana.

La soledad de la coalición CiU (que cuenta con 72 diputados de los 135 que componen la Cámara) durante el debate parlamentario de ayer tiene mayor trascendencia si se tiene en cuenta que en la reunión se debatía una de las leyes consideradas institucionales. Pujol se había ofrecido, en el debate de su investidura, a buscar el mayor consenso parlamentario en este tipo de leyes.

Incluso Heribert Barrera, portavoz de Esquerra Republicana -partido que tiene un representante en el Gobierno catalán- se alineó moralmente con la izquierda, al compartir sus argumentos, aunque en la votación optó por la abstención.