Tipismo para Nancy

La esposa del presidente norteamericano, Nancy keagan, disfrutará hoy de una típica jornada turística española gracias a las visitas protocolarias preparadas para satisfacer la curiosidad de la primera dama de los EE UU. Poco antes del mediodía la señora Reagan asistirá acompañada por la reina Sofía y la esposa del presidente del Gobierno español, Carmen Romero, a una clase de baile flamenco en la Escuela de Arte Dramático y Danza del Teatro Real de Madrid. En este capítulo del programa hubo con todo algún problema: los norteamericanos propusieron que el acto se celebrara en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, por estar éste más cerca del Museo del Prado, el segundo lugar que visitará la primera dama.Pero la junta directiva puso su veto al manifestar terminantemente: "Esto no es un tablao", dijeron sus miembros. Nancy Reagan, la reina Sofía y Carmen Romero, se trasladarán posteriormente al Museo del Prado, y tras esta obligada visita concluirán su paseo por Madrid almorzando juntas en el restaurante Sobrino de Botín situado junto al Arco de Cuchilleros, en la zona más típica de la ciudad.

Así finalizará el día típico madrileño de la primera dama, del que se suprimió ayer una visita programada al mercado de San Miguel, una obra de principios de siglo situada junto a la plaza Mayor.

Los encargados de protocolo de la primera dama norteamericana habían manifestado su entusiasmo cuando se enteraron de que sus homólogos españoles habían pensado en la posibilidad de que Nancy Reagan, acompañada de la Reina, visitara el mercado de San Miguel. El protocolo español pensaba, más que nada, en el interés arquitectónico del lugar.

Sin embargo, los norteamericanos pensaron sobre todo en el tipismo. El desencanto llegó pronto: cuando los encargados del protocolo de Nancy Reagan conocieron el mercado de San Miguel mostraron su abierta decepción. Esperaban encontrar algo con más color: una especie de "mercado guatemalteco", como comentaba, divertido, un funcionario español. Pronto se halló la solución: apartar las mercancías para llenar los puestos de flores. Con sólo ese toque se alcanzaba ya el tipismo meriodional requerido que, sin embargo, quedó eliminado ayer del programa de actos para Nancy Reagan.