Un hermano del presunto apaleado en la comisaría de Parla presenta denuncia en esa misma dependencia policial

Juan José Rafael Gómez presentó denuncia en la tarde de ayer en la comisaría de Parla por presuntos malos tratos a su hermano Manuel en el interior de esa misma dependencia policial. La residencia sanitaria Primero de Octubre informó ayer que Manuel Rafael Gómez presentaba en el momento de su ingreso en ese centro una grave lesión en el bazo, con pérdida de un litro de sangre por hemorragia Interna. Su estado era muy grave, aunque, en contra de lo que anteayer creían los familiares del paciente, no se le extirpó el bazo.

La delegación del Gobierno en Madrid y la Jefatura Superior de Policía de Madrid han abierto un expediente informativo con carácter urgente en relación con la doble detención, el pasado viernes, en la comisaría de Parla de Manuel Rafael Gómez, también conocido como Lolo o Willy, de 24 años (ver EL PAIS de ayer). El joven afirma que fue golpeado en la comisaría por policías de paisano en el rostro, cuello y estómago. La versión del suceso facilitada ayer por la Jefatura Superior de Policía afirma que, en su segunda detención, Manuel Rafael Gómez "se resistió a los funcionarios, negándose a entrar en el coche patrulla". En el forcejeo, "el detenido resultó herido", por lo que fue trasladado al ambulatorio de Parla, "donde se le apreciaron 3 o 4 arañazos de medio centímetro en la parte posterior de la oreja izquierda y una herida incisa en la ceja izquierda, de pronóstico leve".

Al ser puesto en libertad al mediodía del sábado, prosigue la versión policial, "Manuel Rafael Gómez fue llevado de nuevo a ser reconocido en el Ayuntamiento por el jefe de sanidad local, que extendió un certificado de que no se le apreciaba ninguna nueva lesión".

La policía no ha llegado a explicar convincentemente las causas de la detención de Manuel Rafael Gómez así como el hecho de que sus portavoces negaran el mismo día en que se produjo que existiera detenido alguno en relación al homicidio del policía nacional. Willy afirma que los funcionarios no le acusaron de nada y tan sólo le preguntaron por el paradero de un sospechoso apodado el Chiqui. Sin embargo, la Jefatura Superior de Policía dijo ayer que Willy fue detenido "porque los testigos del atraco en que murió el policía nacional dieron una descripcion de uno de los asaltantes, cuyas señas físicas coincidían con las de ese joven. Se le puso en libertad cuando se comprobó que no tenía relación con el delito".

La Jefatura Superior de Policía asegura que al detenido se le leyeron sus derechos, pero que se negó a firmarlos, lo que constrasta con el hecho de qué al ser puesto en libertad firmara, según la policía de buen grado, una declaración de que no había sido objeto de malos tratos.

Contradicciones

El parte facultativo sobre la operación a la que fue sometido Manuel Rafael Gómez, facilitado ayer por la ciudad sanitaria Primero de Octubre, afirma, según informa Ainelia Castilla, que el paciente, que fue atendido en el servicio de urgencias, "presentaba signos de hipovolemia (hemorragia o pérdida del volumen de sangre) y dolor abdominal. Diagnosticado de hemoperitoneo (derrame de sangre en la cavidad abdominal) es intervenido de urgencia". En la intervención quirúrgica los médicos descubren, según el parte, "hemoperitoneo de 1.000 mililitros (perdida de un litro de sangre, equivalente a la quinta parte del volumen total de sangre del cuerpo humano) y rotura lineal cápsular esplénica (envoltorio que protege al bazo). Ante estos hallazgos se decide realizar conservación esplénica, tras tapar la rotura existente en la cápsula". Una fuente médica precisó ayer que este tipo de lesiones son de carácter muy grave y se producen como consecuencia de haber recibido fuertes golpes, puñetazos, una caída o un accidente.

La familia de Manuel Rafael Gómez aseguró ayer que a su llegada al centro sanitario en la noche del pasado martes, uno de los doctores les informó que "a Lolo había que practicarle una operación urgente, a vida o muerte". Tras finalizar la intervención, la familia fue informada por un doctor que "se le había extirpado el bazo porque, en caso contrario, corría peligro de muerte". Esa es la causa de que anteayer creyera que el joven había perdido ese órgano y así lo manifestara a este periódico, que no pudo encontrar a ningún responsable del centro que informara del caso.

"Espero que el asunto esté esclarecido en 48 horas", declaró ayer José María Rodríguez Colorado, delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, informa Jesús de las Heras. El Delegado del Gobierno contestó a las preguntas sobre este tema durante una recepción ofrecida a las autoridades por Joaquín Leguina. José María Rodríguez Colorado se mostró serio, escueto en palabras y preocupado. José Barrionuevo, ministro del Interior y también asistente a la recepción, declinó hablar de este asunto y remitió a los periodistas al "delegado del Gobierno, que lleva directamente este tema". Rodríguez Colorado indicó que no había recibido aún los informes necesarios para poder dar una información precisa.