El sanatorio psiquiátrico de Cuenca, sin estrenar, se encuentra en grave proceso de deterioro
El sanatorio psiquiátrico de Cuenca, construido hace cinco años y después de 15 de gestiones desde la Diputación Provincial, ha entrado en un grave proceso de deterioro sin que todavía se haya llegado a estrenar. La construcción del centro costó más de 300 millones de pesetas, de los que un 70% corrió a cargo del Ministerio de Sanidad, que desde un principio eludió cualquier responsabilidad posterior sobre su apertura y funcionamiento. La diputación es el único titular del sanatorio, que queda bajo su exclusiva competencia.
El sanatorio psiquiátrico de Cuenca tiene una dotación para albergar 450 enfermos y está considerado como uno de los mejor concebidos entre los existentes en España por su estructura de bloques individuales y descentralizados, base de una terapia ideal según la Organización Mundial de la Salud. Al cabo de cinco años desde que acabó la construcción, y una vez dotado del material y equipamiento preciso, la diputación se ha declarado incapaz de poner en marcha el sanatorio por sí sola, dado que su mantenimiento costaría, a juicio del actual presidente de la corporación, alrededor de 600 millones de pesetas anuales, suma que supone el 30% de todo el presupuesto de la diputación, que ya en 1984 gastó en reparaciones del complejo psiquiátrico, mientras permanecía cerrado, 28 millones de pesetas.El abandono de los edificios durante estos años pasados se apunta como la primera causa del deterioro progresivo que sufren, situación agravada debido a la escasa calidad de algunos de los materiales empleados en la construcción, según un informe técnico de Meteo-Test, empresa especializada en análisis de elementos de construcción a la que la corporación provincial había encargado un estudio a fin de averiguar si la aplicación de distintos materiales a los contratados o su mala aplicación constituía factor determinante en la precoz autodestrucción del complejo psiquiátrico.
Los lazos familiares del presidente de la corporación provincial, Pedro Suagar, de Alianza Popular, con la directiva de la empresa constructora Segarra, SA, ejecutora de la obra, complica su ya difícil situación como máximo responsable del futuro del flamante complejo y fomenta la polémica en torno al asunto de la no apertura del centro, ya que si bien Pedro Saugar no formaba todavía parte de la corporación que adjudicó las obras, sí ha impedido que progrese una propuesta de los diputados provinciales socialistas -en la oposición- para iniciar una acción judicial contra la constructora a raíz del informe emitido por Meteo-Test.
A los ataques socialistas hay que unir la presión social, sobre todo por las perspectivas de creación de empleo que supondría la puesta en marcha del hospital y el deseo de los familiares de enfermos mentales que deben permanecer en centros de otras provincias
El consejo de administración del Instituto Psiquiátrico promovió hace dos años las pruebas de selección de personal para cubrir la plantilla completa, que despertaron gran expectación entre la población conquense, dado el número y variedad de plazas convocadas. Dichas plazas nunca han llegado a adjudicarse.
Anteriores presidentes de la diputación que participaron en la larga gestación del sanatorio consideran que, además de los problemas técnicos hechos públicos, existen otros políticos que dificultan su puesta en marcha y todos coinciden al señalar que siempre consideraron que el psiquiátrico era un proyecto viable con el que se pretendía cumplir con una de las obligaciones mínimas que la ley de Régímen Local establece como competencia de las diputaciones provinciales: mantener un centro para deficientes psíquicos de la provincia. Pedro Suagar, por su parte, ha llegado a declarar que estaría dispuesto a regalar el complejo a quien lo quisiera.
Internos en Ciempozuelos
Mientras tanto, en el sanatorio psiquiátrico de Ciempozuelos (Madrid) están internados 250 enfermos crónicos de Cuenca cuyos gastos corren a cargo de esta diputación provincial. Dar una doble utilidad al complejo es una de las posibilidades que se han barajado desde un principio como posible salida viable y que podría compensar el alto coste de la puesta en marcha del complejo y su funcionamiento. Sin embargo, aunque se llegó a hablar en distintos momentos de la firma de un consorcio con la Seguridad Social hubo estrechos contactos con el director general de Sanidad Hospitalaria y se hicieron gestiones para colaborar con el Inserso. Ninguna de estas alternativas ha llegado a cuajar.El actual presidente de la diputación conquense, el alianzista Pedro Saugar, llegó a ofrecer el flamante centro al director general de Insalud, Francés Raventós, sin obtener una respuesta mínimamente esperanzadora.
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