La empresa Cárnicas Urrutia, de Bilbao, implicada en un contrabando de carne
La Dirección General de Adua nas, merced a la colaboración del Fondo de Ordenación y Regula ción de Precios y Productos Agrarios (FORPPA) y de los propios industriales del sector cárnico, ha descubierto un contrabando de 200 toneladas de carne, introducidas en España por la frontera de Irún, que ha sido realizado me diante licencias de importación falsificadas.La firma Cárnicas Urrutia, SA, con sede en Zorroza (Bilbao), ha sido acusada de haber introducido tres camiones de carne francesa, más un cuarto que fue intercepta do el pasado viernes en la frontera de Irún y dos más que han quedado en París aparcados tras la intervención de aduanas. Fuentes de la patronal Asocarne han puesto de manifiesto que antes de este descubrimiento ha habido, desde el pasado mes de febrero, entradas clandestinas de al menos 600 toneladas de carne. El importe total en el mercado de esta carne puede acercarse a los 550 millones de pesetas.
Medios importadores han sugerido la posibilidad de que los contrabandistas hayan contado con algún tipo de ayuda dentro de la Administración, posiblemente en Comercio, lo que les habría permitido disponer de la oportuna licencia de importación aparentemente válida. Las licencias utilizadas para int oducir la carne clandestina, según fuentes informadas, llevan un número con un troquel, el sello del departamento de Comercio correspondiente y la firma, supuestamente falsificada, de un subdirector general. El número de esa licencia ha figurado además en el correspondiente listado de ordenador de la Secretaría de Estado de Comercio.
En algunos medios industriales cárnicos se ha hablado también de la existencia de comisiones de hasta el 20% del total de la operación importadora, que irían a parar a quienes proporcionaron la oportuna licencia. La eventualidad de connivencias dentro de la Administración con los importadores clandestinos ha sido tajantemente descartada por el FORPPA, que está desempeñando un papel muy activo en el desmantelamiento de estas redes clandestinas.
Estas importaciones han provocado un fuerte malestar en el sector cárnico, que atraviesa en estos momentos por un período de gran depresión. A causa de los excedentes actuales, el FORPPA está comprandocarne de añojo (de hasta dos años) a un precio de 493 pesetas el kilo. Por su parte, la carne importada clandestinamente (cuartos de ternera de pistola, en la jerga), correspondiente a animales de menos de un año de vida, ha sido adquirida en Francia a 460 pesetas el kilo y alcanzará en el mercado interior un precio cercano a las 625 pesetas.
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