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Entrevista:

William C. Freund, partidario de una "bolsa internacional", múltiple y competitiva"

Rosa Cullell

William C. Freund llegó a Nueva York en 1937, desde Alemania, cuando tenía 10 años. Este hombre de 58 años, respetuoso de las tradiciones judías, se ha convertido en el vicepresidente de la Bolsa de Nueva York. William Freund es partidario de que los países cuenten con tantas bolsas como el mercado permita, "para estimular la competencia". Según Freund, "es necesario que el dólar y los tipos de interés bajen para que nuestro comercio sea competitivo". Cifra en 100.000 millones de dólares la inversión extranjera recibida por EE UU en 1985, pero asegura que sólo una mínima parte llegó al mercado bursátil".

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Pregunta. ¿Es usted partidario de una bolsa única, de un sistema bursátil similar al existente en Francia?.Respuesta. Yo soy partidario de un sistema de mercado nacional. En Estados Unidos, las seis bolsas existentes están en contacto gracias a un sistema de vídeo pantalla que reproduce todas las cotizaciones, de costa a costa. Así, el inversor de la Bolsa de Nueva York puede comprar acciones en la Bolsa del Pacífico si cree que las cotizaciones de esta última son mejores. Este sistema estimula la competencia y el inversor puede inclinarse por la mejor oferta. En EE UU, estamos obligados a enviar la orden de compra que nos dé el cliente de una bolsa a otra. En un país han de existir tantas bolsas como la inversión permita. Las bolsas, tras 10 años de recesión financiera, han de ser múltiples, internacionales y competitivas.

P. La inversión extranjera en EE UU ha registrado un espectacular incremento en los últimos dos años. ¿Qué porcentaje de ella llega el mercado bursátil?.

R. La inversión extranjera en EE UU fue el pasado año del orden de los 100.000 millones de dólares. Pero sólo una pequeña parte del capital extranjero se ha invertido en acciones y valores de bolsa. Según nuestras estadísticas las órdenes extranjeras recibidas en el mercado bursátil estadounidense han supuesto un 10% del total. Los inversores extranjeros han preferido la seguridad de los bonos y de las obligaciones del Tesoro estadounidense. El capital extranjero ha invertido en Norteamérica debido a su confianza en la política de Ronald Reagan y, también, desde luego, a los altos tipos de interés.

P. Los tipos de interés en EE UU ya han empezado a descender. ¿Cuál es su futuro y qué efecto tendrá su caída en el mercado bursátil?.

R. Los tipos de interés en EE UU han subido mucho con respecto a Europa, atrayendo al capital extranjero. Si los tipos de interés descienden, también disminuirá el índice de nuestro mercado bursátil, pero, como ya he dicho, la inversión extranjera en la bolsa no ha sido tan importante como en valores u obligaciones. Nuestro alto déficit público ha contribuido a subir los tipos de interés, pero es previsible que los intereses se estabilicen, aproximándose a los europeos.

P. La revalorización del dólar en el último año ha repercutido en el incremento de las importaciones absorbidas por EE UU. ¿Cree que el descenso actual del dólar será beneficioso para el comercio?

R. El alto valor del dólar ha provocado en los últimos seis meses una invasión de productos extranjeros en Norteamérica, que han copado nuestro mercado doméstico. Nuestro comercio no ha podido competir. La cotización del dólar ha contribuido a la salvación de la balanza comercial de muchos países. Ahora, EE UU necesita mejorar su balanza comercial y, por ello, el dólar, aunque no quiero aventurarme en dar cotizaciones, sufrirá un descenso y se estabilizará.

P. Estados Unidos fue en 1984 el motor de la economía mundial, pero este año Europa está registrando un crecimiento económico mayor. ¿Qué crecimiento prevé para 1985?

R. Estados Unidos se encuentra en su tercer año de recuperación. En 1984 el crecimiento de la economía estadounidense fue de un 8%, pero en el primer trimestre de 1985 se ha registrado un crecimiento del 1,3%, una cifra muy inferior a la prevista por los economistas. Yo pienso que nuestro crecimiento se reactivará, pero el cómputo global para este año será de un 3%. Esto más el crecimiento de la economía europea, estabilizará el dólar.

P. El déficit del presupuesto estadounidense está cifrado en 200.000 millones de dólares. ¿Cree que la política de Reagan es beneficiosa?.

R. Sin lugar a dudas. El déficit es muy alto, pero el año pasado disminuyó en 100.000 millones y, en 1985, el Congreso se está planteando medidas para reducirlo en 50.000 millones más. El problema es cómo hacerlo, qué presupuestos reducir o qué impuestos aumentar. Reagan ya ha aceptado que el presupuesto de defensa se incremente en un 3% en vez de en el 7% que había propuesto. Pero de aquí no bajará. Se ha conseguido que la inflación en 1985 sea de un 4%, cuando en 1980 era de un 12,5%. Con esa política se ha favorecido la inversión y EE UU vuelve a ser la tierra de las oportunidades.

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