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Tribuna
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Los baches marcan el rumbo de los caminos hacia el infinito

Decir que el mercado bursátil está atravesando un bache no supone a estas alturas novedad alguna, pero parece obligado reseñar que una vez más se confirma esa mediocre realidad: ayer el índice general perdía 13 centésimas, en el transcurso de una sesión profundamente apática e irrelevante.Pero siempre existen indicios que pueden permitir trazar algunas previsiones, por más arriesgadas que éstas sean en circunstancias como las actuales. Por una parte, el sector de la construcción parece beneficiarse por las líneas generales de las nuevas medidas económicas. Si en la sesión del lunes este corro ganaba 16 centésimas, el martes el repunte fue ya de 85 centésimas. Aunque la elevación no es espectacular ni de lejos, viene a confirmar las previsiones de algunos analistas, que no dudaban en conceder el protagonismo del mercado a este sector. Ya se verá si efectivamente éste actúa como una locomotora y arrastra a los demás.

Por el momento, los operadores mantienen una actitud que bien podría definirse como de demasiado optimista. El hecho de que ayer el cierre registrara una relativa firmeza, por ejemplo, era interpretado como una señal inequívoca de que en la jornada de hoy subiría el índice general. Pero ¿en qué razones se basan esos vaticinios? Fundamentalmente, en el olfato de los expertos, porque nada ha cambiado en estas últimas horas. Acaso se escuchan ciertos desmentidos indirectos respecto a que el tema de los intercambios de activos eléctricos se encuentre tan a la vuelta de la esquina como se comenta en el parqué.

Nada es seguro en este asunto y a estas alturas, pero no sería la primera vez que este río suena porque lleva agua. Algo deben barruntar los inversores, porque después de la ganancia del lunes, ayer las eléctricas volvieron a perder posiciones, 51 centésimas, sin otras razones aparentes.

El volumen de contratación, por otra parte, parece haberse recuperado contuIádentemente respecto a la semana de Pascua. Si el viernes pasado se contrataron 1.637 millones de pesetas efectivos, el lunes esa cifra descendió a 1.355,4 millones de pesetas,pero, en todo caso, siempre muy por encima de los mil millones, lo que demuestra la salud de un mercado que en los peores momentos se ha definido por una falta de órdenes vendedoras. O, lo que es lo mismo, por la confianza de los inversores ante un cambio favorable de tendencia.

Y precisamente en esta coyuntura se reafirma la tendencia a la baja del precio del dinero, con unos tipos en el mercado interbancario del 11,97% a un día y del 11,92% a 15 días, lo que permite mantener la esperanza de que el descenso no se detenga a corto plazo. Al mismo tierno, la falta de intervención de la autoridad monetaria mediante las subastas de préstamos también viene a significar un descenso de las tensiones monetarias sufridas a lo largo de semanas anteriores.

La prosecución de este panorama monetario y económico, en buena lógica, terminará por beneficiar a las inversiones en renta variable, aunque posiblemente no con la rapidez y efectividad que muchos operadores quisieran.

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