Dos astronautas del 'Discovery' saldrán hoy al espacio para rescatar el satélite a la deriva
Dos astronautas del transbordador espacial Discovery efectuarán hoy una salida al espacio para instalar en el extremo del brazo robot de la nave un mecanismo que le permita activar el motor del satélite de comunicaciones Syncom IV-3, destinado a la Marina estadounidense, que fue lanzado el sábado desde el Discovery.
El satélite se encuentra inmovilizado en una órbita de 192 a 286 millas de altitud, a una distancia de 50 millas del transbordador, al no haberse activado la palanca que controla su sistema eléctrico. Los astronautas Jeffrey Hoffman y David Griggs saldrán al espacio e instalarán en el extremo del Canadarm -el brazo mecánico de la nave- una especie de pértiga de un metro de longitud.Mañana el Discovery se acercará de nuevo al satélite y sus tripulantes intentarán, por medio de la mencionada extremidad, accionar el interruptor que pone en marcha el sistema eléctrico del mismo. Este mecanismo debía haberse impulsado automáticamente cuando el Syncom IV-3 salió del transbordador el sábado pasado.
Desde que se produjo el fallo, los técnicos de la NASA estuvieron estudiando el mejor sistema para poner en marcha el satélite. La posibilidad de que un astronauta calzado con botas especiales que le sujetaran al extremo del brazo mecánico, intentara accionar manualmente la palanca, fue descartada por ser demasiado peligrosa.
45 minutos para alejarse
Con el método que se ha decidido al final, se evita el peligro de que la ignición del cohete del satélite afecte al astronauta e incluso al mismo Discovery, pues una vez efectuada la operación el transbordador espacial tendrá más de 45 minutos para alejarse. Existe también la posibilidad de que al final los técnicos de la NASA decidan no activar el motor del satélite, aunque de todos modos, el transbordador espacial se acercará de nuevo al mismo para inspeccionarlo y tomar fotografías.En cualquier caso el transbordador no volverá a la Tierra, como mínimo, hasta el próximo jueves lo que significa la ampliación de la misión en un día. Si se decide activar el satélite de comunicaciones la vuelta sería el viernes.
El satélite de comunicaciones es propiedad de la compañía Hughes que tenía previsto alquilárselo a la Marina estadounidense una vez puesto en órbita. La pérdida del mismo supondría un duro golpe para las compañías de seguros norteamericanas, según indicó un portavoz del este sector En los seis primeros meses de 1984 tres satélites valorados en más de 100 millones de dólares (unos 17.500 millones de pesetas), fueron colocados en órbitas equivocadas, lo que supuso un desembolso de 282 millones de dólares a las compañías de seguros. El Syncom IV-3 está valorado en 80 millones, y de perderse, la compañía Intec deberá pagar el 30% de esta cantidad. La compañía de seguros espera que si no se puede arreglar en el espacio, sea rescatado para su reparación en tierra y su posterior lanzamiento.
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