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El PSOE pide que se desmantele la base norteamericana de Sonseca

Junto al campo de fútbol de Sonseca, en el término municipal de Orgaz y a 25 kilómetros de la capital toledana, se encuentra la base norteamericana de Sonseca. Su denominación oficial, Estación Meteorológica y Sismológica, no termina de acallar las protestas de un sector de la ciudadanía toledana, y menos aún de los 87 propietarios de terrenos que se pretenden expropiar para la ampliación de las intalaciones. En julio de 1984, el alcalde del pueblo, el socialista Juan Francisco Martín Ayuso, recibía la relación de tierras que pasarían a formar parte de la base, actualmente con una superficie de 9.000 metros cuadrados y 25.000 metros de tendido eléctrico. En los nuevos terrenos se pretende instalar hasta 19 detectores de explosiones subterráneas, que registrarían con gran precisión las prácticas nucleares de soviéticos y de los propios norteamericanos.

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A primeros de marzo el PSOE de Toledo aprobó por unanimidad una ponencia del sector crítico del partido en contra de la permanencia del personal militar extranjero de la base. Una semana después, el 10 de marzo, varios centenares de personas se concentraban en las inmediaciones de la estación bajo el lema "No a la ampliación y no a la base americana".El silencio y el misterio que ha rodeado esta estación meteorológica y sismológica, en la que no existe ninguna señal externa que la identifique -ni banderas ni paneles, "antes había un cartel que decía: 'Prohibido el paso. Peligro'", comenta Martín Ayuso-, motivó que, el pasado 21 de febrero, la Oficina de Relaciones Públicas del Cuartel General del Aire abriera la verja de la base a un seleccionado número de personas "con el objeto de contrarrestar las informaciones aparecidas en la prensa local y mostrar que esta base no supone un peligro para la sociedad y para que vean que no existe ninguna misión encubierta", explica el teniente coronel Rodolfo de la Fuente, del Escuadrón de Vigilancia Aérea número 2 de Villatobas (Toledo), a quien corresponde el mando de la base. "Yo sólo he visto a los americanos; a este señor es la primera vez que le veo", asegura el alcalde del pueblo.

A 30 metros del suelo urbanizable de Sonseca, pero en el término municipal de Orgaz, se encuentra, en la margen derecha de la carretera nacional IV, Madrid-Ciudad Real, la popularmente conocida como base de Sonseca. Este pueblo toledano de unos 9.000 habitantes, donde se elabora un apreciado mazapán, contempla impasible el paso y trasiego de 18 militares americanos que trabajan en esta estación. Tan sólo un grupo reducido de personas aplauden las pintadas en las paredes de la base que en pintura roja rezan "¡Yanquis, fuera!".

Esta instalación de apoyo (IDA), creada en 1956 en virtud de los acuerdos de cooperación suscritos por ambos países, está reconocida por el actual Convenio de Amistad, Defensa y Cooperación, de 1982.

En agosto de 1981, el embajador de EE UU en España solicitó al Gobierno español la ampliación de la base. La petición fue autorizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Mediante el artículo 52 de la vigente ley de Expropiación Forzosa se pretende ocupar pequeñas parcelas de terreno de 87 propietarios de las localidades de Mazarambroz, Mora, Ajofrín, Burguillos, Noez, Mascaraque, Los Yébenes, Orgaz y Sonseca. La instalación de seis nuevos sensores, hasta 19, es la causa del malestar de los dueños de las tierras. El fin, "duplicar la red existente potenciando su eficacia".

Los afectados por el proyecto se han unido en asociación, aún sin legalizar, pues falta la aprobación de sus estatutos en el Gobierno Civil. "Vamos a apurar todo para que no se llegue a la expropiación, y si ésta es irreversible, pedimos justiprecio", afirma Juan Francisco Martín Ayuso, alcalde de Sonseca.

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