Garaikoetxea afirma que el poder político por excelencia es la independencia

El ex lendakari Carlos Garaikoetxea afirmó ayer que ser nacionalista es pretender el poder político para un país y que el poder político por excelencia es la independencia. Ante unas 600 personas que le vitorearon y aplaudieron insistentemente, Carlos Garaikoetxea intervino, junto con el alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda, y el senador Joseba Azkarraga, en un mitin celebrado en la localidad alavesa de Llodio y organizado por la junta municipal del PNV, afin a las tesis defendidas por el ex lendakari.

Carlos Garaikoetxea quiso matizar sus palabras sobre la independencia, al añadir que "somos capaces de hacer un compromiso y ser leales al msmo", al referirse al Estatuto de autonomía, del que dijo que "es una forma válida en este momento histórico".

Volvió a reiterar el llamamiento a la unidad del PNV que viene efectuando últimamente y por lo que ha recibido varias críticas de algunos miembros de la dirección de su partido, que no consideran sincero este llamamiento. De ello se quejó Garaikoetxea al afirmar que "si algo me duele es que se haya puesto en tela de juicio la autenticidad del llamamiento a la unidad".

"Yo, que he sido cinco años lendakari", dijo, "que he estado dos mandatos al frente de la dirección del partido, no he mandado a ningún militante a los tribunales del PNV, no he injuriado a ningún compañero de partido, no he propiciado la caída de ningún cargo público, no he disuelto ninguna organización regional, así que no ponga nadie en tela de juicio ese llamamiento a la unidad".

Amnistía a los expulsados

Pidió que cada uno pueda defender dentro del partido sus ideas propias, solicitó respeto para las minorías y para los grupos de opinión dentro de su partido, y rechazó la acusación de que "estaba apegado al cargo de lendakari". Calificó como de "ocasión histórica para la reconciliación" la próxima asamblea nacional del PNV, que se celebrará el día 20, y abogó porque en ella se conceda amnistía a todos los expulsados. Gran parte de su intervención estuvo dedicada a rechazar las acusaciones del reelegido secretario general del PSE-PSOE, Txiki Benegas, en el discurso de inauguración del IV congreso de los socialistas vascos. Benegas se refirió a la "intransigencia y cerrazón" que había caracterizado gran parte del mandato de Garaikoetxea como presidente del Gobierno vasco.

Rechazó que el Gobierno vasco que él presidió no hubiese hecho frente a la crisis económica y a la situación de violencia, y se mostró partidario de no descartar la negociación con los terroristas.