_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La elipse

8 lunes

Pepa Flores: "Este Gobierno humilla al pueblo". Bueno. Pepa Flores es una perpetua -su último LP se llamaba "Galería de perpetuas"- en la vida española, hasta el punto de que supo desdoblarse en dos: Marisol para la derecha y Pepa Flores para la izquierda e Ignacio Gallego. Sólo los grandes mitos son bifrontes, desde Jano hasta Ruiz-Giménez. Hace unos años, en su piso de Capitán Haya, Pepa Flores me contaba cómo el señor Goyanes mandaba a su madre (la madre de Marisol) a comer a la cocina. A poco moría el señor Goyanes y busqué en la Prensa las declaraciones de Marisol al respecto:

-Ha sido como un padre para mí.

No me quedé estupefacto, porque uno ya no se queda nada. Compredí que la lírica criatura ha conseguido el desdoblamiento de los genios, como Antonin Artaud. Marisol cuando la derecha/Goyanes, Pepa Flores para Gorvachov. Y no porque ella haga un doble juego, ni mucho menos, sino porque toda criatura excepcional -y Josefa Flores lo es- tiende al desgarramiento interior. Luego viene un periodista sabio y hace lo que uno mismo hiciera ya, muchos años antes: utilizar una folklórica como arma arrojadiza contra el Poder. El juego es distraído, si lo sabré yo, que lo inventé. Las declaraciones políticas de una folklórica siempre tienen más fuerza, por contraste, que las de un político. Quizá Pepa Flores/Marisol aprenda un día, con los años, que por ella no pasan (y perdón por este madrigal reaccionario), que nadie tiene la verdad absoluta y que, en política, sólo puede conseguirse una verdad precaria reajustando, como un rompecabezas, las pequeñas verdades de Fidel, de Gorvachov, de Felipe, de Carrillo, de Sartorius, y en este plan. Pero sigue siendo la mayor artista de los 40/40.

10 miércoles

Miguel Veyrat en Adagio desolato: "El tiempo sólo existe para ser representado". Ramoncín en su último disco: "El tiempo no borra lo que nos unió". La nueva generación aparece lampasada de tiempo. Como todas. Sólo escribiendo mucho del tiempo se le conjura. Véase nuestro escritor más intemporal: Azorín.

12 viernes

Se acabaron, de golpe, los chistes de Morán. Morán, al fin, nos ha metido en Europa, ayudado por Marín. Hasta había una pluma de la derecha que no se privaba nunca del fácil juego Marín/ Morán. Uno, personalmente, intuye no sé qué relación entre el chiste y la burocracia. Los chistes contra el Estado suelen hacerse en las oficinas del Estado por quienes cobran del Estado sin hacer nada por el Estado ni por el peatonal que llega a la ventanilla del Estado con un papel. Naturalmente, detrás de Morán hay una larga historia de amores y amoríos españoles con la CEE. Y una gestión concreta de Felipe González. Pero los hermanos Quintero progresistas que remataron la función han sido Marín/ Morán. La izquierda/derecha lo comentan reticentes, pero respetuosas. No sé si Morán es buen o mal político, ni me importa (sé que es un buen ensayista literario, porque lo he leído), pero evidentemente ha sabido sinoptizar en sí los anhelos de la Corona, del Gobierno y del pueblo español respecto del Mercado Común. Y hacer que Europa se trague esa sinopsis. "Haz un chiste, que algo queda", pudiéramos decir aquí, volterianamente. Bueno, pues de los chistes/Morán no ha quedado nada. Es difícil hacer chistes con el éxito. He recorrido corrillos de Serrano, bares/chaflán del barrio de Salamanca, redacciones de periódicos, mentideros de la Corte, escalinatas de San Felipe, metafóricas, tabernones de Legazpi, en torno al matadero abandonado (hoy se hacen allí máscaras y gigantones), adonde desayuna la jet, traje noche, después de Vartity/ Mau-Mau. En la noche madrileña ni un solo chiste/Morán. A todos se les ha escarchado la sonrisa entre la pajarita y la sorpresa.

14 domingo

Tras la Semana Santa, ésta ha sido la semana de la heterodoxia. Parece que hemos conseguido poner tarascas a algunos episcoarzobispales, siquiera sean metafóricos y no numerarios, que en el reino de la teosofía nunca se sabe. El Tribunal Constitucional ha tirado a la papelera la ley del aborto, que era modesta y meramente higiénica: se trataba de evitar la muerte de la madre o el nacimiento del monstruo anunciado. Para que luego digan que somos anticlericales en TV. Para que sepan, en fin, hasta dónde llegan las inercias católicas en España. Pues claro que somos herejes, pero con cinco siglos de tradición, como ellos. Y uno piensa que una heterodoxia con tanta tradición es ya una ortodoxia. Ceno en Scala/Meliá con Cuqui Fierro y la adorable y clarísima Verónica Forqué. Verónicia es una heterodoxia ingenua y, sensualísima, con su blancura rubia, frente a todas las morenazas de cuarzón que andan por la jet solas. Lo blanco es heterodoxia, Verónica, amor, para las razas oscuras, los judíos de Praga, un suponer, o sea Kafka. José Luis Gómez le pone sello a su kafkiana Carta al padre, en el Pavón y a los pocos días tiene que cerrar el estanco. Bueno, pues al día siguiente va Santiago Pareciles, coge, llega, agarra y estrena La metamorfosis en el Lara. Pero Kafka es el gran hetetodoxo de lo kafkiano. Todo K. es una parábola interior que no se debe visualizar porque se degrada. La heteodoxia teatral nos llevará incluso a escenificar la guía de teléfonos, o cuando menos las páginas amarillas. En cambio, Sam Shepard/García Moreno/ Llovet erigieron en el Infanta un western heterodoxo, unos, hermanos Karamazov del Lejano Oeste, una gozada. Los constitucionales tribunicios siguen en el rollo de San Pablo: "Es bueno que haya herejes". Sólo del hereje viven ya las oficinas de la fe. La hereje/herética bien/bian seguirá abortando en Londres, por cincuenta mil, de paso que ve los últimos pomos teatral/intelectuales de El Globo, teatro orillero del Támesis que se inventaron Shakespeare y Marlowe. Se ha prohibido el aborto higiénico para pobres, aun cuando vayan a alumbrar un monstruo kafkiano como el de La metamofosis. El peor clericalismo es el de algunos seglares. O sea.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_