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El arzobispado de Madrid-Alcala niega el caracter sobrenatural de las apariciones de El Escorial

El arzobispado de Madrid-Alcalá, en una nota hecha pública ayer, afirma que no consta el carácter sobrenatural de las apariciones de El Escorial, y pide a sacerdotes y religiosos que se abstengan de participar en los actos relacionados con estos fenómenos. La nota se refiere a los sucesos registrados en una pradera a la salida del pueblo madrileño de San Lorenzo de El Escorial, conocida como Prado Nuevo, en donde la vidente Amparo Cuevas asegura que ve y habla con la Virgen desde noviembre de 1980. Los fines de semana y algunas fiestas determinadas el lugar se puebla de cientos de personas, atraídos por la posibilidad de que allí se produzcan milagros. El suceso fue motivo de un programa emitido por Televisión Española.

Según la nota, la resonancia, dentro y fuera de la diócesis, de los fenómenos vulgarmente conocidos por el nombre de "apariciones de El Escorial" han obligado al arzobispado a prestarles particular atención.

En este sentido, prosiguiendo las consultas que iniciara su predecesor, el arzobispo de Madrid-Alcala, Ángel Suquía, indica que durante los últimos meses ha manifestado su preocupación pastoral por estos acontecimientos "en el requerimiento de informaciones de muy variada procedencia; en la atención prestada a los muchos escritos y a las entrevistas concertadas con distintas personas interesadas por dichos sucesos; en las deliberaciones habidas dentro de los órganos de consulta del arzobispado; en la reflexión y en la oración".

Además, una comisión designada al efecto elaboró un dictamen teológico durante meses de estudio. Como consecuencia, el arzobispado afirma que "no consta el carácter sobrenatural de las supuestas apariciones y revelaciones".

Por tanto, ruega "encarecidamente a sacerdotes, religiosos y religiosas, que se abstengan de participar en acto alguno relacionado con estos fenómenos religiosos y a promover su difusión", dada "la confusión o ambigüedad que de su presencia o intervención puede originarse en la conciencia cristiana de los fieles". A continuación, el documento aclara que ninguno de los escritos publicados sobre el tema goza del refrendo de la autoridad diocesana y manda someter al juicio de ésta los que pretendan publicar, en lo sucesivo, los fieles en relación con estos sucesos.

Monseñor Suquía, finaliza indicando que "a las personas más directamente implicadas en estos hechos, me he creído en el deber de hacerles, en privado, algunas recomendaciones. Confío plenamente que las recibirán y seguirán con espíritu de fe y docilidad".

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