La función del Tribunal Constitucional
.¿Cómo es posible que 12 señores que no han sido elegidos por el pueblo puedan bloquear una de las reformas más importantes del Gobierno?". Esta reacción explosiva de Alfonso Guerra desde el banco del Gobierno, número dos del Gobierno socialista y considerado el ogro número tino por la derecha española, hace oscilar el panorama político. Por primera vez, una de las instituciones fundamentales del sistema democrático del posfranquismo ha sido cuestionada públicamente. (...)( ... ) Recurrir al Tribunal Constitucional ha llegado a ser una maniobra normal para la oposición. Con 202 de los 350 escaños del Congreso en poder de los socialistas e- incluso una más abultada mayoría en el Senado, la única posibilidad de la oposición es practicar el obstruccionismo. Media docena de leyes han sido enviadas al Tribunal, incluyendo tres reformas socialistas: la ley del aborto, la LODE y la ley de libertad sindical.. ( ... )
( ... ) Alianza Popular, el principal partido de la oposición, ha logrado paralizar un intenso programa legislativo a través del envío de leyes al Tribunal antes de que éstas entraran en vigor. Al final del año pasado, el Congreso aprobó una ley que terminaba con ésta costumbre de apelación previa al Tribunal. Pero fue presentada otra en contra, por lo que no llegó a entrar en vigor. ( ... )
( ... ) La oposición argumenta que el mecanismo previo de apelación es una parte vital del control y equilibrio democrático. ( ... )
Pero el problema no es el Tribunal en sí mismo, sino el recurso frecuente que se hace a él. El presidente del Tribunal, Manuel García-Pelayo, un veterano del Ejército republicano durante la guerra civil que pasó la mayor parte de los años del franquismo en el exilio, se ha quejado del excesivo uso de la institución, que aún tiene pendientes casos del año 1982.( ... )
, 9 de abril
