Los dirigentes del fútbol argentino califican de "tregua" a la momentánea suspensión del campeonato

Tal como se esperaba, luego de la jornada de violencia padecida el último domingo en dos estadios -en uno de los cuales murió un adolescente de 14 años por un disparo de la policía- y la sucesión de batallas campales que conmovieron profundamente a la opinión pública argentina, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) suspendió los partidos que! debían disputarse el próximo fin de semana por el Campeonato Nacional y los torneos de Segunda. La medida fue anunciada tiras la extensa reunión que el Comité Ejecutivo de la AFA mantuvo con el ministro del Interior, Antonio Tróccoli, el secretario de Deportes y los, jefes de policía de la capital federal y la provincia de Buenos Aires. El ministro informó luego de la resolución al presidente de la nación, Raúl Alfonsín, que aguardaba en su residencia

.El dirigente Julio Grondona, presidente de la AFA, aseguró que la suspensión era preventiva y que sólo podrían jugarse los partidos del Campeonato Suramericano Juvenil -que se disputa actualmente en Buenos Aires-, porque es un torneo organizado por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). Todos los participantes de la reunión en el Ministerio del Interior coincidieron en que la medida se había tomado como una "tregua", hasta que el Congreso Nacional apruebe y convierta en ley los proyectos presentados. Representantes de los sectores involucrados en el problema continuarán en "sesión permanente" y se autoconvocaron nuevamente para hoy en el mismo lugar.

Arduo debate

Tras el arduo debate sobre la segundad en los estadios, la acción preventiva de la policía y el compromiso de los dirigentes para desalentar la acción de las bandas de fanáticos que ellos mismos encubren en sus propios clubes, se aprobarán disposiciones de control que serán obligatorias. También el Senado se dispone a tratar el proyecto principal de ley presentado hace ya tres meses por los senadores Fernando de la Rúa y Antonio Nápoli. Entre las modificaciones previstas al Código Penal se proponen sanciones de hasta dos años de prisión para los dirigentes deportivos que "protegen a los responsables de los incidentes".

La decisión de la AFA de suspender los partidos que debían jugarse este fin de semana, fue duramente criticada por los diputados y senadores de la oposición. El senador peronista Deolindo Bittel calificó de "absurda" la medida porque, aclaró, "así también se deberían cerrar los bancos cuando proliferan los robos o las carreteras cuando hay demasiados accidentes. El Gobierno tiene la obligación de poner orden y de preocuparse porque las fuerzas policiales, que todavía mantienen la imagen de represoras, puedan desempeñar sus funciones sin que el público les grite asesinos".

La opinión de Bilardo

El director técnico de la selección nacional de fútbol, Carlos Bilardo, también se opuso a la suspensión porque "la violencia obedece a problemas más profundos. Antes de parar los torneos, que me pongan un policía en la puerta de mi casa, pues me asaltan al menos una vez a la semana". Bilardo insistió en que es la situación social y economica por la que atraviesa el país la que genera violencia. "No puede ser", agregó, "que las casas de fin de semana en el gran Buenos Aires se vendan a bajo precio por la cantidad de veces que fueron asaltadas".

Más de 150 personas, entre ellas 83 menores de edad, del total de 400 detenidos el domingo, fueron liberados el pasado lunes luego de que se investigaran sus antecedentes delictivos. La policía aclaró en un comunicado oficial que durante los disturbios sus efectivos sólo utilizaron granadas de gases lacrimógenos y balas de goma. El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Juan Portesi, aseguró que uno de los detenidos portaba un arma reglamentaria sustraída a un policía. De este inodo se pretende confimdir a los jueces ante la evidencia de que flie un inspector de policía el que mató al adolescente, tal como lo denunciaron varios testigos. El padre del chico asesinado, Juan Domingo Scasserra, que el día del entierro de su hijo realizó unas patéticas declaraciones -"el policía que disparó tiene un parecido fisico con el teniente de navío Astiz"-, declaró en el juzgado y acusó directamente a un oficial de nombre Roberto que dirigía el operativo de represión.