De la Madrid cree que el plan de Reagan para Nicaragua puede ser "un paso adelante" para solucionar el conflicto

EFE El presidente de México, Miguel de la Madrid, consideró ayer, tras una conversación telefónica con su homólogo norteamericano, que la propuesta de Ronald Reagan sobre Nicaragua "puede constituir un paso adelante en la solución del delicado conflicto centroamericano". La declaración del jefe de Estado de México, país que frecuentemente ha mantenido posiciones discrepantes con Washington en relación a Centroamérica, se produce en un contexto de intensas gestiones diplomáticas en vísperas de la reunión que mañana inician en Panamá los ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de Contadora (México, Colombia, Panamá y Venezuela) con representantes plenipotenciarios de los cinco países centroamericanos

.La presidencia de la República mexicana difundió en la noche del lunes una nota sobre la conversación entre Reagan y La Madrid en la que ambos mandatarios examinaron la situación centroamericana. El presidente de México manifestó, por medio de ese comunicado, que "debe aprovecharse cualquier oportunidad que se presente para estimular el proceso tendente a la pacificación de Centroamérica".

Ronald Reagan ofreció la se mana pasada la postergación hasta junio de la ayuda militar a los grupos armados antisandinistas si el Gobierno presidido por Daniel Ortega inicia un diálogo con los rebeldes que combaten al régimen sandinista.

Poco después de su conversa ción con Reagan, el presidente mexicano recibió al embajador especial de Estados Unidos para Centroamérica, Harry Shlaudeman, con quien conversó sobre la propuesta norteamericana Shlaudeman dijo que había explicado a La Madrid la importancia que Estados Unidos concede al proceso de reconciliación nacional en los países centroamericanos, especialmente en Nicaragua y El Salvador.

Ronald Reagan habló también por teléfono con el presidente de Venezuela, Jaime Lusinchi, quien se encuentra de visita privada en Nueva York. La entrevista fue calificada por fuentes venezolanas de "amplia y constructiva".

Por su parte, Daniel Ortega y el presidente cubano, Fidel Castro, se reunieron el pasado domingo en La Habana con el ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, Augusto Ramírez Ocampo, según se supo ayer. Ortega se encontraba en la capital cubana desde el pasado jueves pero tanto su llegada como su salida fue omitida por los medios oficiales de La Habana, que se han limitado a difundir en la noche del lunes un breve comunicado sobre el encuentro entre Castro y Ramírez Ocampo, en el que se informaba que el canciller colombiano había entregado a Castro un mensaje del presidente de su país, Belisario Betancur.

En La Habana no se ha producido ninguna declaración oficial sobre la propuesta de Reagan, pero las autoridades nicaragüenses han informado desde Managua que Daniel Ortega expresó a Ramírez Ocampo "con absoluta claridad" su rechazo al plan norteamericano. A cambio, Ortega insistió en la necesidad de reanudar las conversaciones de Manzanillo entre Washington y Managua.

Todos estos contactos forman parte, aparentemente, de los preparativos de la reunión que se inicia mañana en Panamá y que, según distintas fuentes, puede resultar crucial para las esperanzas de paz en Centroamérica.

Las posiciones de partida no parece que hayan cambiado sustancialmente desde que se interrumpieron las conversaciones el pasado mes de febrero, pero habrá que ver si el aparente cambio de posición mexicana y el intento colombiano de mediar entre Cuba y Estados Unidos modifica en algún sentido los resultados de la reunión.