Pérez de Cuéllar intenta mediar en la guerra irano-iraquí
El secretario general de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, llegó ayer a Teherán, desde donde viajará hoy a Bagdad, en su primer intento de mediación en la guerra del golfo Pérsico, que los dos beligerantes interpretan de forma radicalmente divergente.El primer ministro iraní, Mir Husein Musawi, declaró en una entrevista concedida al diario Ettelaat que la gestión de Pérez de Cuéllar debe limitarse a obtener "el cese de los bombardeos de las zonas residenciales, de los ataques contra barcos comerciales y contra aviones civiles".
El régimen baasista de Bagdad desea, por el contrario, que su huésped fomente un alto el fuego global que desemboque en la negociación de un tratado de paz que ponga fin al conflicto, desencadenado por Irak hace cuatro años y medio.
El secretario general parecía inicialmente suscribir este punto de vista y descartó su desplazamiento a las capitales de ambos países enemigos a causa de la negativa iraní a discutir "todos los aspectos" del conflicto, incluida la apertura de conversaciones de paz. Inesperadamente, sin embargo, cambió el sábado de opinión y su portavoz anunció que había decidido viajar a Teherán y Bagdad.
La modificación del itinerario del secretario general de la ONU no se explica, aparentemente, por una flexibilización de la postura iraní, que Pérez de Cuéllar había criticado implícitamente.
Por si aún cupiese duda sobre la fría acogida reservada en la capital iraní al más alto funcionario de la ONU, Husein Musawi señalaba en sus declaraciones que "en lo que al rumbo de la guerra se refiere confiamos en Dios y no en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", cuyo "silencio ante los crímenes perpetrados por Irak" denunció a renglón seguido.
El jefe del Gobierno islámico se mostró, no obstante, interesado en "explicar nuestra postura para que la verdadera naturaleza de Sadam (presidente de Irak) quede al descubierto ante la humanidad" y el rotativo República Islámica hacía, por su parte, hincapié en que su estancia de 24 horas en Teherán brinda a Pérez de Cuéllar "la oportunidad de demostrar su independencia".
Ante esta avalancha de ataques, el secretario general se mostró aún más cauto que de costumbre en el aeropuerto de Teherán, donde fue recibido por el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Alin Akbar Velayati, limitándose a comentar que "había venido para ponerse al corriente de la postura de la República Islámica de Irán a propósito de la guerra y a mantener un intercambio de puntos de vista".
Aunque no consiga instaurar una paz definitiva, la visita a Teherán del secretario general de la ONU tuvo por lo menos ayer un efecto apaciguador sobre ambos beligerantes, que, se abstuvieron prácticamente hasta el cierre de esta edición de bombardearse mutuamente.
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