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El PSOE propicia el Club de Empresarios, una nueva organización de profesionales progresistas

Joaquín Estefanía

Constituir un foro de encuentro desde el que influir -no una patronal- es la filosofía de una nueva organización empresarial que funciona desde hace casi un año y que ahora está en trámite de legalización, y cuya principal característica es estar formada por empresarios progresistas que quieren demostrar que en España "existen otras versiones del mundo empresarial distintas de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) y del Círculo de Empresarios". Una buena parte de las personas que integran el Club de Empresarios (CE) está vinculada al Partido Socialista Obrero Español.

Cuando José Joaquín de Ysasi-Ysasmendi tomó posesión de la presidencia del Círculo de Empresarios, sustituyendo a Santiago Foncillas, repitió una y otra vez el mensaje de que el círculo quería constituirse en lobby, entendiendo éstos como fórmulas de influir en la vida pública. Ésta es la misma filosofía del Club de Empresarios. Cuatro personas lanzaron la idea: Antonio López (Presidente de Amper), Javier Álvarez Vara (director general del Instituto Nacional de Industria), Javier Gómez Navarro (presidente de Viajes Marsans) y Antonio Rojo (presidente de la Empresa Nacional de óptica). Pese a que los cuatro tienen carné del PSOE, entienden que la nueva organización empresarial "no tiene que estar vinculada a ningún partido político. Es más, muchos de sus socios no tienen nada que ver con el PSOE, y aspiramos a que en el club se integren muchas personas independientes de cualquier partido político, aunque, eso sí, que entiendan que la democracia ha de penetrar en el mundo de la empresa", ha declarado a este periódico Antonio Rojo.

Gestores, pero no de derechas

El club está formado por presidentes de empresas -públicas o privadas, aunque hasta el momento predominen nítidamente las primeras-, directores generales o altos ejecutivos. "Ser gestor empresarial no quiere decir ser de derechas. Se puede tener una visión progresista, no de izquierdas, que es lo que falta en otras organizaciones empresariales existentes", afirma uno de sus promotores. Cuando el PSOE ganó las elecciones en octubre de 1982 y un buen número de militantes, simpatizantes o "empresarios de espíritu abierto" pasaron a gestionar multitud de sociedades, casi ninguno de ellos entró a integrar activamente las instituciones empresariales existentes. "Nos sentíamos incómodos", afirma un miembro del club. El único caso conocido fue el de Luis Solana, presidente de Telefónica, que tras unas negociaciones con José Antonio Segurado, entonces presidente de la patronal madrileña, y luego con José María Cuevas, presidente de la CEOE, entró a formar parte de la junta directiva de la cúpula patronal (en las votaciones para su elección fue el empresario menos votado de toda la lista cerrada).

De ninguna forma el Club de Empresarios quiere plantearse como una patronal representativa. En él se integran empresarios que son cooptados al ser avalados, simplemente, por dos socios. Es una fórmula parecida a la del Círculo de Empresarios, con el que, inevitablemente, tenderán a rivalizar en sus aspiraciones a influir en la vida pública. En los estatutos del círculo se afirma que "aspira a ser lugar de encuentro entre empresarios y lugar de diálogo entre éstos y otros dirigentes de la vida política y económica del país, a fin de contribuir al mejor entendimiento entre los interlocutores sociales y a una mayor eficacia en el desarrollo de una sociedad más justa, más libre y más rica". El círculo cuenta, según su última memoria, con 142 socios que emplean a 271.896 personas.

Los invitados

Hasta ahora, la actividad del Club de Empresarios ha consistido en reuniones mensuales, a las que suelen asistir casi todos sus miembros, y a las que han sido invitados personas como Enrique Barón (ministro de Transportes), Luis Carlos Croissier (presidente del INI), Joaquín Almunia (ministro de Trabajo), Luis Velasco (secretario de Estado de Comercio), José Borrell (secretario de Estado de Hacienda), Julián Campo (ministro de Obras Públicas y Urbanismo), etcétera. Entre los socios del club destacan Francisco Conde (presidente de Minas de Almagrera), Vidal Díez Tascón (presidente de Mercorsa), Eugenio Pardo (presidente de Control Data), Manuel Esteve (vicepresidente de Aviaco), Jorge Fabra (delegado del Gobierno en Aseléctrica), Francisco Fernández Ordóñez (presidente del Banco Exterior), Manuel Fernández (presidente de Babcock & Wilcox), Julián García Valverde (presidente de Control Electrónico Integrado), Julián García Vargas (presidente del Instituto de Crédito Oficial), Rodrigo Keller (presidente de Enisa), Federico de Lora (presidente de Presur), Carlos de Luxán (presidente de Entursa), Carlos Payá (presidente de Enfersa), Jesús Prieto (presidente de Mercasa), Pedro Sancho (director de la División Naval del INI), Rafael Suñol (presidente del Banco de Crédito Industrial), Antonio Santillana (presidente de la Sociedad Mixta de Segundo Aval), Cándido Velázquez (presidente de Tabacalera), Francisco de Vera (presidente de Auxini), Luis Delso (consejero delegado de la Caja Postal de Ahorros), etcétera.

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