_
_
_
_

La guerrilla salvadóreña lanza una campana contra el transporte en vísperas electorales

La guerrilla salvadoreña ha lanzado una campaña contra el transporte terrestre en vísperas de las elecciones, coincidiendo con el hecho de que, por primera vez, los votantes a quienes la guerra ha hecho huir de sus casas (más de 300.000) han sido obligados a acudir a las urnas de sus municipios de origen. IA emisora rebelde Radio Venceremos ha justificado este plan como un boicoteo contra la economía de guerra, pero sus efectos se dejarán sentir en los comicios del próximo domingo, que para la izquierda no pasan de ser otra farsa.

La actividad insurgente, poco significativa en la última semana, se ha centrado más en objetivos electorales que en los estrictamente militares. La quema de cinco ayuntamientos y la destrucción de varias oficinas de telecomunicaciones no tienen otro propósito que dificultar la instalación de urnas en las zonas de conflicto.La única excepción ha sido el ataque realizado con dos lanzacohetes RPG, hacia las ocho de la noche del miércoles (hora local), contra el cuartel general de la Policía Nacional, situado en el centro de San Salvador. Uno de los proyectiles cayó dentro de la instalación militar sin causar víctimas. El otro hizo explosión en las cercanías, hiriendo a cuatro policías y tres civiles.

Este ataque parece confirmar una tendencia apuntada por los asesores norteamericanos. Según sus fuentes de Inteligencia, la guerrilla está tratando de introducir combatientes en la capital ante la fuerte presión que aplica el Ejército en zonas que hace más de dos años fueron virtualmente entregadas a los rebeldes.

El empleo masivo de bombardeos aéreos y la constante movilidad del Ejército han obligado de hecho a la guerrilla a dispersar sus fuerzas en pequeñas unidades. La segunda parte de esta nueva táctica, que el FMLN (Frente Farabundo Martín para la Liberación Nacional) viene ejecutando desde hace más de un año, sería intentar el regreso a la ciudad.

La ofensiva general iniciada en enero de 1981 y la fortísima represión que desató el régimen obligó a los cuadros guerrilleros a refugiarse en la montaña, desmantelando incluso unas poderosas organizaciones de masas. La izquierda trata ahora de recuperar el terreno perdido, volviendo a la capital.

Los asesores norteamericanos creen saber que las distintas organizaciones del FMLN pueden tener actualmente en San Salvador hasta 800 combatientes. La policía salvadoreña teme que a partir de esa presencia desarrolle una campaña de sabotajes similar a las que ya se produjeron en el pasado. Unos pocos hombres decididos bastan, según los oficiales estadounidenses, para desatar el caos en una ciudad como San Salvador, que junto con los suburbios tiene cerca de 800.000 habitantes.

La búsqueda de guerrilleros camuflados en la capital ha servido de pretexto para que la policía aplique con nuevos bríos la técnica del cateo, que consiste en cercar varias calles y registrar una a una sus viviendas sin que nadie pueda entrar en la zona o abandonarla.

El regreso de la guerrilla a la capital puede reportar a la izquierda algunas ventajas, tales como introducir de nuevo a su gente en las organizaciones obreras y gremiales, que empiezan a reaparecer tímidamente con reivindicaciones salariales y algunas huelgas. Pero entraña también el riesgo de que todo el peso de la represión caiga sobre un movimiento sindical que para la policía es siempre sospechoso de afinidades con el FMLN. En todo caso, hay síntomas de que la guerra puede reaparecer en la capital sin abandonar la montaña.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_