González considera injustificado el revuelo por las palabras del vicepresidente

Felipe González aseguró ayer que se había producido "un revuelo injustificado" con las declaraciones de Alfonso Guerra sobre el Tribunal Constitucional, respecto de las cuales (veáse EL PAIS de ayer) el líder del principal grupo parlamentario de la oposición, Manuel Fraga, manifestó por la mañana lo siguiente: "Si fuera mi vicepresidente de Gobierno no habría problema, porque no llegaría en el cargo a la sesión de esta tarde".A su llegada al Congreso de los Diputados para asistir a la sesión plenaria de la Cámara, Felipe González contestó a un informador, que le planteó que la oposición quería saber si el presidente ratificaba las afirmaciones de Guerra, con estas palabras: "Ese es el papel de la oposición; mi tarea es la contraria". González agregó: "El vicepresidente del Gobierno, como todo el Gobierno, es respetuoso con el Tribunal Constitucional".

Fraga descalificó las declaraciones de Guerra y añadió que "ya está bien de amenazar a los tribunales y a Europa, con afirmaciones normales en una política que, en este punto, puede calificarse de tercermundista". Recalcó que su grupo aceptará todas las sentencias "sea cual sea su resultado" y valoró como un "grave acto de intimidación" las afirmaciones del vicepresidente del Gobierno.

Peces-Barba

Por su parte, el presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, considera que el Tribunal Constitucional es un órgano "indispensable" en un Estado de derecho, y que su independencia debe respetarse. El presidente del Congreso hizo esta declaración en la inauguración de las Segundas Jornadas de Derecho Parlamentario, organizadas por la Cámara. En su intervención, Peces-Barba dijo que "no es bueno que el representante de un poder del Estado se pronuncie sobre otro".

El propio Peces-Barba se había negado por la mañana a modificar el orden del día del Pleno del Congreso para admitir una pregunta del portavoz conservador, Miguel Herrero, sobre el asunto. En protesta por esta actitud, Herrero convocó una conferencia de prensa, en la que calificó de "importantes" las declaraciones de Guerra e interpretó que la referencia a la no elección popular de 12 magistrados del Tribunal Constitucional significa una propuesta de modificación de la Constitución y del sistema democrático de división de poderes, "que requiere una discusión parlamentaria inmediata, para que cada uno mantenga su posición, con luz y taquígrafos".

Herrero explicó que había preguntado a Peces-Barba si en el caso de que se produjera un episodio de la máxima importancia para la seguridad nacional tampoco se permitiría la alteración del orden del día. A la respuesta de Peces-Barba de que no era ese el caso, Herrero contestó lo siguiente , según su propia versión dada a los informadores: "Creo que una propuesta de modificación de la Constitución hecha en tono amenazante por el vicepresidente del Gobierno sí es un episodio del más alto valor político".