Un muerto, 12 desaparecidos y tres supervientes tras el naufragio de dos yates frente a la costa de Galicia y Asturias

Una persona muerta, otras, ocho desaparecidas y tres supervivientes es el balance provisional en el hundimiento de un yate de recreo, de bandera suiza, registrado en la tarde de ayer a 80 minas del cabo Ortegal (La Coruña). El buque español Andra Mari, que acudió en auxilio del velero siniestrado, consiguió poner a salvo a tres tripulantes y recuperó un cadáver de las aguas. Por otra parte, los cuatro tripulantes de un yate alemán que naufragó ayer por la tarde a 90 millas al norte de la localidad asturiana de Ribadesella, en la costa cantábrica, no habían sido localizados esta madrugada.

Madrid Un fuerte golpe de mar provocó, sobre las cinco de la tarde de ayer, el naufragio del yate suizo El Pirata, que se dirigía en viaje de recreo, desde Plymouth, en el Reino Unido, hasta el puerto portugués de Setúbal, según informa Manuel Rivas.

La embarcación, perteneciente a la empresa Blues Suiza, de Zúrich, iba ocupada por 12 personas, 10 de nacionalidad suiza y dos alemanes, el capitán y su esposa, ambos desaparecidos. El Andra Vari, un pequeño carguero español, primero en acudir al punto del hundimiento, llegará en la mañana de hoy al puerto de La Coruña, conduciendo a bordo a los tres supervivientes, dos hombres y una mujer, de nacionalidad suiza, y el cadáver de otro tripulante, también suizo, de nombre Andreas.

La zona del siniestro fue rastreada a partir de las seis de la tarde por otros buques que respondieron a las señales de auxilio y por un helicóptero Superpuma del Servicio Aéreo de Rescate, desplazado desde su base en La Coruña. El rastreo continuará durante el día de hoy a la búsqueda de los ocho desaparecidos. Las condiciones eran de mar fuerte durante el momento del siniestro.

Por otro lado, las noticias sobre el naufragio del yate alemán fueron muy confusas a lo largo de la tarde: de ayer, señala desde Oviedo Miguel Somovilla. La delegación del Gobierno, la Comandancia de Marina y la Cruz Roja del Mar de Gijón facilitaron informaciones totalmente contradictorias y que sólo empezaron a despejarse, en parte, a primera hora de la noche.

El buque cisterna noruego Niels-Enrik,-Avel acudió al rescate de los tripulantes del yate al recibir un mensaje de socorro en el que se indicaba la posición y se solicitaba la máxima urgencia, al contar solamente con 10 minutos, ya que el yate se estaba hundiendo.

En un primer balance de los hechos se incluyó también en el naufragio a un mercante extranjero, el Niels-Enrik-Avel, a cuyos 10 tripulantes también se daba por desaparecidos.

No obstante, esta posibilidad parecía descartada anoche, según las rectificaciones ofrecidas por la propia Cruz Roja del Mar de Gijón y la Comandancia de Marina. Según estas dos fuentes, el Niels-Enrik-Avel estaba próximo al lugar del naufragio del yate alemán e incluso intentó participar en su rescate. Pero, ante las dificultades de la situación -ayer había en el cantábrico olas de hasta 10 metros-, optó por continuar su ruta. Aun así, la delegación del Gobierno en Asturias insistía en que este buque extranjero, del que se desconoce la bandera, había realizado también una llamada de socorro.

El temporal en la zona del siniestro, donde se registran olas de hasta 10 metros de altura, y el hecho de que los tripulantes se hubiesen arrojado al mar provistos únicamente de chalecos salvavidas hace suponer que los náufragos cuentan con escasas posibilidades de supervivencia.

Las tareas de búsqueda del yate siniestrado, en las que participó ayer un avión procedente de la localidad francesa de Brest, continuarán desde primera hora de la mañana de hoy.