Burning, lágrimas rockeras
Concierto de Burning.(89 minutos.)
Sala Astoria. , 22 y 23 de marzo.
Johnny y Pepe Risi sobreviven por y para el rock and roll. Todavía gritan, brincan, protestan con su música. Actúan con gafas negras ante su gente de rock que asiste a sus conciertos, compra sus discos, tararea y asimila sus canciones. Han pasado los años y muchos grupos muchas fórmulas han surgido y desaparecido. Burning, Johnny y Risi, estaban antes. Y están ahora en busca de una discográfica que edite sus nuevas composiciones de un rock muy propio, mejorado por un sonido más claro y una instrumentación más perfecta; de un rock que mantiene su razón de ser, de rabia, de anhelo, de presunción. En la espera difícil, Burning prefiere subir al escenario para aquello que más necesitan y mejor hacen: tocar en vivo.
Burning salieron otra vez con un par de músicos todoterreno, mercenarios si se quiere, que se divierten aquí y allá con los instrumentos que dominan: Arturo Terriza, a la batería, y Spiro, al bajo, ensalzan cualquier música que apoyen. Y faltaba un saxo embellecedor y animoso que sopló injustamente desconocido por quien escribe. Risi lo advirtió. Deseaba que el público cantase los coros para cubrir su voz pachucha. Era cierto. Es difícil que este dúo encuentre un cantante idóneo, quizá instrumentista, que se integre plenamente en su rollo y lo complete sin desfigurarlo. Jim Dinamita; Johnny, el seco: Cristina, esa canción para la amiga que se fue, o Mueve tus caderas son números populares y brillantes que apenas aceptan el pop o el preciosismo.
Vítores
"Hay canciones que tocamos por vosotros y que a Burning les quedan un poco antiguas. Pero, bueno, siguen siendo bonitas. Como ésta". Y sonó Qué hace una chica como tú en un sitio como éste, su tema clásico, todo renovado en una versión dura, acelerada con un punteo en tono diferente y un saxo juguetón y altivo. Siguieron con una pieza más reciente, Corazón solitario, más rock acertado, que presentó Risi con despecho: "Pertenece al último elepé, del que se vendieron las 10.000 copias que publicaron. Y luego se fueron con el dinero a Suiza los señores de Belter". Los asistentes vitorearon con mayor pasión las últimas canciones, y Burning, felices, añadieron temas nuevos de su ansiado próximo disco, como Lágrimas dulces, que anuncia un repertorio más rebelde que nunca. Son las ganas de rock and roll y más rock and roll. Burning de nuevo, rock and roll de nuevo.
Babelia
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