El infarto cerebral, responsable del 20% de la mortalidad en los países industrializados

Pamplona"Las enfermedades vasculares del cerebro constituyen la tercera causa de mortalidad en los países industrializados. De ellas la más frecuente es el infarto cerebral, que conlleva una mortalidad inmediata del 20%", aseguran los doctores Eduardo Martínez Vila y Rafael Llorens, miembros de los departamentos de Neurología y Cirugía Vascular, respectivamente, de la Clínica Universitaria de Navarra.

En este sentido, según ambos facultativos, si se extrapolan las estadísticas de otros países industrializados a la población navarra, puede estimarse que durante 1985 cerca de 1.000 personas sufrirán en esta comunidad un infarto cerebral. En toda España, esta estimación significa que el infarto cerebral afectará a más de 60.000 personas.

El infarto cerebral se produce por un fallo en el aporte sanguíneo al cerebro que origina la muerte de un determinado grupo de células cerebrales. La lesión cerebral, una vez producida, es irreversible, ya que las células que han muerto no pueden sustituirse.

Como consecuencia, los síntomas serán a menudo permanentes y dificilmente mejorables, lo que da idea de la importancia de la afección.

El tratamiento preventivo, un problema sanitario

En opinión de estos doctores es decisivo el tratamiento preventivo del infarto. "La prevención del infarto cerebral", subraya el doctor Eduardo Martínez, "es un problema sanitario de primer orden. En este sentido, las acciones terapéuticas se apoyan en dos pilares fundamentales. En primer lugar está el control de conocidos factores de riesgos, como la hipertensión arterial -sin duda, el más importante-, aumento del colesterol, enfermedades cardiacas, diabetes... Para ello es muy conveniente, indispensable, llevar a cabo con cierta periodicidad un chequeo o examen de salud. En segundo lugar está lo que los médicos llamamos ataques isquémicos transitorios"."Estos ataques", agrega, "son episodios de déficit de función cerebral focal de muy breve duración, síntomas en apariencia muy banales, a los que las personas que los padecen no les dan mayor importancia".

"Generalmente suelen consistir en vértigos, torpeza de un miembro, dificultad para articular las palabras, pérdida brusca de visión de un ojo, etcétera. Como duran minutos, el paciente tiende a olvidarlos. Este olvido puede resultar, y resulta de hecho, fatal para la persona que ha sufrido estos ataques, ya que está demostrado que estos episodios son la amenaza y alarma más grave de que puede sufrir, pocos días después, un infarto cerebral".