Las barbas y bufandas de los ministros

Está uno poco habituado a leer, cartas como la del señor Berg acerca de la corrección de la imagen de nuestros políticos, y bueno será recordar que la historia de nuestro país gira en torno a barbas ilustres como las. de Maura, Cambó, Pablo Iglesias, Allende-Salazar, Sánchez Guerra o Macià, por citar algunos de los políticos de otras épocas que lucieron tal atributo. Pero, hete aquí que al señor Berg le parece antiestético que Joaquín Almunia o Javier Solana se paseen por Europa luciendo entre los ministros comunitarios tan "evidentes" transmisores de bacilos o quién sabe si hasta de virus contra los que sólo los hispánicos poseemos defensas naturales. A mí me parece que no debe haber más bacilos en una barba que los que haya sobre la testa, cuando está poblada, claro.Respecto a la bufanda roja de varios ministros, aunque a menudo sustituida por la casi de uniforme corbata roja de piquitos gualdos, no es sino una reminiscencia estudiantil. El Gobierno socialista se aferra a su imagen de sanas ideas rojillas de juventud, que mantienen (poco) en su imagen y que perdieron en sus ideas políticas cuando el apoltronamiento. Aún así, encima, se critica que los ministros y emisarios españoles se atrevan (sic transit gloria mundi) a vestir chaquetas italianas de piel; quizás se considere que estarían mejor si Vistiesen sus desnudeces con productos de Sabadell o, para mayor representatividad, con diversos trajes regionales-