17 muertos en Suráfrica al disolver la policía una manifestación

Diecisiete personas de raza negra resultaron muertas ayer y otras 22 heridas en la ciudad surafricana de Lange, cerca de Port Elisabeth, al abrir fuego la policía contra 3.000 a 4.000 manifestantes "que se dirigían hacia una ciudad blanca", según portavoces oficiales.

PretoriaSegún el coronel Leon Mellet, portavoz del Ministerio de Ley y Orden, los congregados avanzaban desde Lange hacia Uttenhage, y a 1,5 kilómetros de esta localidad el jefe de una patrulla policial de 20 agentes les advirtió que estaban participando en una manifestación ilegal y que debían disolverse.Los manifestantes se negaron a obedecer y comenzaron a arrojar piedras y lanzas contra los agentes. En ese momento, según la versión de Mellet, el oficial realizó un disparo al suelo frente al que parecía el líder del grupo La multitud entonces, de acuerdo con esta versión, rodeó a la patrulla, que hubo de defenderse abriendo fuego con sus armas. Mellet negó las informaciones ofrecidas por algunas emisoras de radio que decían que los agentes dispararon con ametralladora.

La matanza de ayer se produjo el mismo día que se conmemoraba el 25º aniversario de la de Sharpville, ciudad negra próxima a Johanesburgo, en la que la policía disparó a discreción contra una multutitud negra que protestaba contra el apartheid y mató a 69 personas. Cientos de jóvenes negros recordaron ayer en Sharpville los incidentes de 1960 levantando barricadas a las que prendieron fuego. La policía surafricana, que patrullaba en vehículos acorazados y en camiones, utilizó gases lacrimógenos y porras para disolver a algunos pequeños grupos.

En este cuarto de siglo han pereciclo casi mil personas como consecuencia de disturbios provocados por la segregación racial. Hitos de esta sangrienta carrera son los años 1976, 1980 y 1984. En el primero se produjeron los incidentes de Soweto, que abrieron la espita a un largo período de disturbios por todo el país que se saldó, oficialmente, con la muerte de 575 personas. En 1.980 murieron 40 personas. El año pasado, el atropello y muerte de una niña durante unos disturbios de protesta contra las condiciones de vida dio paso a otra cadena de acciones violentas, que en los últimos 13 meses ha costado 230 vidas.