El fútbol, un despilfarro subvencionado

Si las informaciones de EL PAIS obedecen a la verdad, es para apagar la luz y cerrar. Resulta que deteminados clubes de Primera División tienen números granas debido a la funesta gestión de sus directivos, porque contratan a los entrenadores, jugadores y asesores por los fichajes y sueldos que les parece. En sus desplazamientos los alojan en hoteles de cincoestrellas porque no los hay de seis. Se atiborran de suculentas comidas y mejores cenas, buenos vinos y aromáticos cafés, y cuando resulta que las cuentas no les salen, acuden a la Administración para que les tape el agujero, que, en conjunto, parece que es del orden de los 12.000 millones de pesetas.Pienso que si un presidente de un club ha hecho unos fichajes de jugadores, entrenadores, asesores... bajo su más o menos leal saber y entender y se equivoca, compete a los directivos del club y sus socios dirimir la cuestión entre ellos, porque, ¿,qué tenemos que ver con esto los contribuyentes? Se supone que nuestros dineros deben invertirse en mejoras de viales de la nación, escuelas, servicios en general y en todo aquello que suponga un bien común.

Según leo en EL PAIS del 6 de marzo, la Administración está dispuesta a saldar "todas las deudas de remoción de los campos de fútbol del Mundial 82". Sigue lloviendo sobre mojado, porque, a más de pagarles fichajes de jugadores, entrenadores..., también les remozamos los campos de fútbol.

Campos que estos señores presidentes y sus juntas solicitaron en su día ser sedes del Mundial de 1982 y que se apresuraron a concertar empréstitos con entidades de créditos para allegarse fondos con los que hacer frente a las ampliaciones de sus campos. ¿Y ahora que?. Cualquier empresario, por modesto que sea, piensa, calcula y se hace asesorar por si puede o no endeudarse en su negocio antes de ampliarlo.

Pero no queda aquí la cosa: los ayuntamientos propietarios de campos de fútbol que se encuentran en estas mismas circunstancias quieren, lógicamente, ser equiparados con los clubes. Es decir, que a cargo de los contribuyentes pueden ir 12.000 millones para jugadores, más 16.000 millones para remozamientos de campos futbolísticos de Primera División, más los que pidan los ayuntamientos para estos mismos fines. ¿Cuántos miles de millones? Si la Administración pacta con estos señores, que a la hora de crear gastos no consultan ni a sus propios socios, pues que se las apañen como puedan.

Por si fuera poco, los dirigentes de los clubes, a la hora de sacar un boleto para un partido o de hacerse socio, aplican las tarifas que les va en gana sin tener en cuenta que tal campo o tales jugadores han sido remozados y contratados con parte del dinero de todos los españoles.

Yo de la Administración, me lo pensaría dos veces antes de autorizar lo que benignamente puede calificarse como abuso. Cada español está aguantando su vela. Que el fútbol aguante la suya, porque ver o no ver fútbol no es de primera necesidad. La cesta de la compra sí que lo es, y conste que yo soy aficionado a este deporte.- Francisco Vega.