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Estados Unidos intenta recuperar sus relaciones comerciales con Alemania del Este

Estados Unidos ha incrementado su presencia en la feria anual de Leipzig, que se celebra durante esta semana en esta ciudad de la República Democrática Alemana (RDA). La fuerte presencia de empresas alemanas en esta feria contrasta con la creciente dificultad del comercio Este-Oeste.

LeipzigPara quienes consideran la feria de Leipzig un termómetro del clima político entre los dos bloques, la mayor presencia norteamericana y la buena acogida del hecho por parte de Berlín oriental, evidencia los intentos comunes de frenar el deterioro de relaciones comerciales como paso previo a su recuperación.Leipzig demuestra su fuerza de atracción corno centro de comercio pacífico y abierto al mundo entero", ha titulado en sus siete columnas de primera página el órgano diario del Comité Central del Partido Socialista Unificado de la RDA (comunista), Neues Deutschland. Debajo, a dos columnas, un telegrama del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, hacía hincapié en las noticias sobre el aumento de la presencia norteamericana (60 empresas) y explicitaba corno su principal objetivo "promover las actividades comerciales a través del intercambio libre de ideas e informaciones".

Una de las interpretaciones más extendidas de los gestos norteamericanos es que Estados Unidos intenta al menos recuperar su cuota en el mercado germanooriental del trigo. Desde que el presidente Jimmy Carter exigió cobrar al contado en 1981 -durante los últimos meses de su mandato-, Estados Unidos ha perdido en la República Democrática Alemana ventas anuales de tres millones de toneladas de trigo.

Ventas de trigo

Estos intercamblos constituían el 95% del comercio bilateral (la RDA tenía un déficit por ello de 500 millones de dólares) y han sido sustituidas por cereales canadienses. Canadá ha podido así elevar un 860% sus ventas a la RDA, lo que parece tener disgustados a los agricultores estadounidenses, quienes no atraviesan precisamente por buenos momentos.Según ha comentado a este periódico un alto cargo comercial de la RDA, "es justo que Estados Unidos quiera recuperar las posiciones que ha perdido por su propia política". Para la misma fuente, que no quiso revelar más detalles, las conversaciones están en el principio".

No obstante, en el contexto de la política de bloques, sorprendería un avance notable de tales negocios. Tras la cancelación, en septiembre pasado, del anunciado encuentro entre Erich Honecker y Helmut Kohl, los círculos oficiales de Berlín Este han repetido y repiten versiones similares a la de Moscú: la interesada polémica sobre la reunificación de Alemania refleja el espíritu revanchista que anima a Ronald Reagan y a ciertos sectores de Berlín occidental, empeñados en olvidar el statu quo posbélico.

Con todo, el comercio Este-Oeste, que tiene su mejor expresión anual en la feria de Leipzig, sigue dominado y caracterizado por su escasa significación (apenas un 5% de los intercambios mundiales, frente al 5,5% alcanzado en 1975).

Las perspectivas incluso han sido empeoradas por la cumbre que celebró el Comecon a mediados del año pasado y por las mayores limitaciones de Estados Unidos a las exportaciones tecnológicas a través de las listas del COCOM (organismo para el control de las exportaciones de tecnología de doble uso: militar y civil).

En lo que respecta a la República Democrática Alemana, que ha ampliado sus intercambios con Occidente desde un 27% de su comercio en 1975 a un 36% actual, la primera potencia del Oeste figura en noveno lugar, con exigua representación frente a los principales clientes: Austria. Bélgica-Luxemburgo, Francia, Reino Unido, Suiza, Holanda y Suecia.

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