La Generalitat no capitalizará el tratado de adhesión de España a la CEE, afirma Pujol

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, manifestó ayer en Estrasburgo: "Ni la Generalitat ni los partidos que dan apoyo al Gobierno catalán utilizarán políticamente el acuerdo de integración al que lleguen el Gobierno español y la Comunidad Económica Europea (CEE)". Pujol dijo que el problema de la adhesión a la CEE no es una cuestión política, sino "una rectificación histórica sobre la que no se puede hacer demagogia".

"Un tratado de este tipo", añadió, "siempre tiene aspectos negativos que podrían ser criticables, especialmente en la primera fase de su aplicación, pero no caeremos en la tentación de realizar una política de acoso y derribo del Gobierno, tan extendida por desgracia en España".

Pujol hizo estas declaraciones a los periodistas españoles desplazados a Estrasburgo tras dar una conferencia en su facultad de Derecho y Ciencias Políticas sobre el futuro de Europa.

La 'comisión Flick'

Por otra parte, el presidente del Congreso de los Diputados, Gregorio Peces-Barba, mostró ayer su extrañeza al preguntársele su opinión sobre las declaraciones realizadas en Bonn (República Federal de Alemania) por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en el sentido de que las comisiones parlamentarias de investigación han quedado descalificadas como medio para averiguar la verdad. Pujol se refería a la comisión del Congreso que investigó el caso Flick.

Peces-Barba manifestó que desconocía tales declaraciones y que le extrañaba que Pujol hiciese en el extranjero manifestaciones negativas contra instituciones del Estado. Añadió que no daría ninguna contestación antes de leer las declaraciones, aunque después precisó que no diría nada, sino que, en todo caso, se pondría en contacto con el presidente de la Generalitat para tratar con él sobre el asunto.

Pujol, en un encuentro con periodistas celebrado el martes en la residencia del embajador de España en la RFA, afirmó que, tras los resultados de la comisión Flick, las comisiones parlamentarias de investigación se han convertido en órgano de resonancia para el partido mayoritario y ya no sirven para investigar la verdad.