La sabiduría de Fosforito
Hermosa experiencia esta de oír a Antonio Fernández Díaz, Fosforito, hablar de cante, explicar el cante, a medida que va haciendo el cante.Fosforito hace un ejercicio fascinante, hasta darnos una panorámica muy completa de varias modalidades del cante por soleá. En otro momento fueron las cantiñas, los tientos-tangos, los cantes minero-levantinos, las malagueñas, la soleá apolá, las bulerías. Un recorrido sobre varios de los grandes estilos flamencos, en que Fosforito derrocha sabiduría, capacidad de matización, versatilidad, sutileza para establecer esas leves diferencias que les distinguen.
Hay que decir, también, que como cantaor tuvo una noche formidable, una de esas noches que quedan para el recuerdo. A su conocimiento le puso fuerza, pasión, jondura, grandeza, y todo ello sin salirse de un equilibrio ordenado por una mente fundamentalmente lógica. Cerebro y corazón, he ahí la regla de oro que en el cante de Fosfórito suele darse con rigor.
Fosforito
Recital. Toque: Enrique de Melchor. Peña Fosforito. Madrid, 9 de marzo.
Enrique de Melchor, que es también un sabio en lo suyo, fue el acompañante ideal para un ejercicio de esta naturaleza. Su ductil¡dad, su capacidad de intuición para tener siempre a punto el toque que en cualquier momento le requiera el discurso de Fosforito, su capacidad de reflejos para cambiar el rumbo sobre la marcha, fueron bazas importantes en el éxito de la experiencia.
Otros oficiantes
La noche tuvo otros oficiantes que sería injusto silenciar. Luis Pastor hizo un par de toques de maravilla, exquisitos, primorosos, conduciendo al cantaor, mimándolo. El Mamy, un jovencísimo tocaor, progresa constantemente. Juan Carmona el Marqués, que acompañando al cante estuvo bien, en concierto muestra una peligrosa tendencia a lo facilón, con lindezas como Se va el caimán, que jamás deben tener espacio en una sesión de arte flamenco.Bailaron bien las Truco, aunque estilos ligeros como sevillanas y aires de Huelva. Merenguito volvió a su línea de calidad con malagueñas y fándangos. Juan Fernández, discreto por fándangos de Lucena. Basilio Villalta hizo cantes de Levante gritados en exceso. Altamirano correcto por Huelva, con brillantez y musicalidad. Notable asimismo Francisco Criado. Son estos aficionados de la peña Fosforito que abordan el cante con seriedad y respeto.
El cante por siquiriyas tuvo su voz en José el Truco, afortunado en el empeño pese a su dificultad. Palacín nos sorprendió con una muy estimable versión de la malagueña del Mellizo, pues no es un palo que él frecuente. Agustín Fernández, bien por soleares, sin llegar a la calidad que él puede dar.
Babelia
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