Belaúnde y los desaparecidos peruanos
El presidente peruano Belaúnde Terry sigue una vieja receta política al inventar conjuras exteriores para evitar referirse a sus serios problemas internos. Todos los informes fiables que llegan de Perú hablan de centenares de desaparecidos tras ser detenidos por el Ejército y la policía en la zona bajo control militar centrada en Ayacucho: muchos han reaparecido (con un tiro en la nuca y señales diversas de torturas) en cementerios clandestinos, como la Prensa peruana e internacional ha destacado con horror; otros muchos cadáveres, desnudos y con el rostro destrozado, no han podido ser reconocidos.El problema real, pues, no es la frase (prudentísima, en vista de los acontecimientos) que Ana Cristina Navarro pronunció en su crónica sobre la visita del aún más prudente Juan Pablo II, sino que el señor Belaúnde no controla (quizá no tiene interés en hacerlo) a su ejército, y que éste pienaa que todo es válido (algunos de los desaparecidos tenían edades tan sospechosas como es la de 14 años) para combatir a Sendero Luminoso.
Y si algún diputado español considera que TVE ha puesto en peligro las relaciones hispano-peruanas, eso significa tan sólo que valora la diplomacia muy por encima del derecho de todos los seres humanos (incluidos los sufridos habitantes del Tercer Mundo) a la vida.- Francisco Anguita.