Confusión e irregularidad en la bolsa

La pasada semana no ha sido muy favorable para el mercado bursátil madrileño. El índice general ha perdido 1,53% en los cinco días de contratación y el jueves rompió la cota 112%, que, según el análisis técnico, debe suponer que la bolsa se encuentra en posición de caída libre hasta posiciones cercanas al 106%.Como siempre ocurre en medio de una tendencia a la baja a corto plazo, el nerviosismo de algunos operadores origina interesantes polémicas sobre el próximo futuro. Así, por ejemplo, los amantes del análisis fundamental consideran que esta borrasca es pasajera y que el mercado encontrará un punto de equilibrio sin tener que ceder mucho más de lo que ya ha cedido.

El hecho más inmediato, aunque no el más importante, ha consistido en el cambio de contratación de los valores bancarios. El nuevo sistema de caja, que entró en funcionamiento por primera vez el miércoles, introdujo elementos de desconcierto entre los cuidadores de estos títulos.

Más inquietante es el comportamiento de los valores eléctricos, que han perdido un 3,47% en medio de numerosos y contradictorios rumores sobre la política de dividendos que van a seguir estas compañías para el pasado ejercicio y para el presente. El retraso en clarificar este tema, así como la falta de información sobre intercambios de activos, ha puesto nerviosos a los operadores, que han perdido su anterior confianza en el corro. Si las eléctricas han obtenido algún repunte a lo largo de la semana, se ha debido exclusivamente al buen nivel de rentabilidad en que se encuentran actualmente.

La actitud negativa del mercado, por otra parte, tiene buena base de sustentación en el análisis respecto a la futura evolución de los tipos de interés. Los expertos consideran que el repunte del precio del dinero en Estados Unidos está muy próximo, por lo que sus repercusiones llegarán a España tarde o temprano.

Tampoco ha sido favorable para la bolsa la polémica desatada respecto a la fiabilidad de las estadísticas económicas, y que ha sembrado la desconfianza entre los inversores.

Finalmente, los primeros balances de sociedades del pasado ejercicio indican, a juicio de los analistas, que los mejores resultados corresponden a empresas pequeñas de ámbito casi familiar, mientras que las grandes compañías -es decir, las que cotizan en bolsa- han registrado avances mucho más modestos.

Todo ello hace suponer que el mercado mantendrá su tónica irregular, aunque el cierre semanal demostró cierta resistencia a la baja. Esto podría traducirse en un repunte en cuanto algún dato positivo haga su aparición en el parqué.