Un gran incendio en las islas Galápagos amenaza a numerosas especies de animales

El incendio declarado el pasado 28 de febrero y que continuaba ayer en Isabela, la isla más grande del archipiélago de Galápagos, amenaza la vida de numerosas especies que habitan en el parque nacional, entre ellas iguanas terrestres y marítimas, focas, pingüinos, cormoranes no voladores, e incluso galápagos, las gigantescas tortugas centenarias que se hallan en las islas y les dan nombre.A consecuencia de los fuertes vientos reinantes en la zona, ayer se recrudecieron las llamas y el incendio alcanza ya un frente de tres kilómetros que ha destruido 1.500 hectáreas de la zona agrícola y ganadera de la isla, lo que ha provocado la evacuación a otras localidades de 170 colonos.

Los trabajos de dos centenares de personas han sido hasta el momento inútiles para frenar el avance del fuego, incluso se ha solicitado la presencia de dos hidroaviones de la fuerza aérea norteamericana, que aún no han entrado en acción porque faltan los informes de los peritos en incendios, según han indicado representantes del Instituto Nacional Galápagos, entidad que regenta el parque nacional.

El archipiélago está situado en el océano Pacífico, cruzado por la línea ecuatorial, a 1.500 kilómetros al oeste de la costa de Ecuador, país al que pertenecen. Está formado por 17 islas grandes y numerosos islotes, pero sólo Isabela, Floreana, San Cristóbal y Santa Cruz están habitadas por 9.000 personas, en su totalidad colonos procedentes del continente.

Las islas, declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco, saltaron a la fama por las investigaciones sobre la evolución de las especies que en ellas realizó Charles Darwin el siglo pasado. Algunos animales que pueblan el archipiélago son únicos en el mundo, como las iguanas marinas y el cormorán no volador, otras tienen la rareza de vivir en zonas muy alejadas de su medio ambiente tradicional, como las focas, pingüinos y lobos marinos, que normalmente se encuentran en zonas polares y no en la línea ecuatorial.

Los daños en el orden ecológico que puede causar el incendio, cuyo causa determinante se desconoce, pueden ser de incalculables magnitudes, si es que no se lo logra detener antes de que llegue al área de reserva de Isabela.