Una estatua de Franco, retirada de la plaza Mayor de Guadalajara

El monumento al general Francisco Franco, anterior jefe del Estado, ubicado hasta ahora en la plaza Mayor de Guadalajara, ha sido trasladado de emplazamiento hasta otra plaza céntrica de la ciudad con motivo de la reforma que el Ayuntamiento ha iniciado en aquel lugar. Con anterioridad a esta operación, el alcalde de Guadalajara, el socialista Javier de Irízar, presidente a su vez de las Cortes de Castiña-La Mancha, se entrevistó con miembros de la Confederación Provincial de Ex Combatientes para explicarles la necesidad del cambio.

El alcalde les explicó el proyecto de reforma de la plaza, que incluye despejar los árboles y cualquier otro obstáculo hoy existente en ella, a fin de lograr el clásico estilo castellano, similar al de las plazas mayores de Madrid y Salamanca.La Confederación de Ex Combatientes ha aceptado la solución del traslado "como mal menor", aunque no descarta presentar una reclamación judicial con la intención de que el monumento retorne a su lugar de origen tras la reforma.

Los trabajos de desmontaje de la pesada estatua, que representa a Franco en traje de campaña, y del monolito sobre el que se posaba, fueron realizados en la mañana del pasado viernes por la brigada municipal de Obras. Un buen número de curiosos que pasaba en ese momento por la plaza Mayor siguió la maniobra con atención y en silencio, sin que se produjera ningún tipo de incidente.

El alcalde de Guadalajara ha optado por trasladar el monumento de emplazamiento y no retirarlo definitivamente. "No soy partidario", ha manifestado en repetidas ocasiones, "de que por una cuestión de símbolos se pueda alterar la convivencia pacífica de una ciudad como Guadalajara".

Inaugurado en 1976

Javier de Irízar dijo que prefería pasar a la historia como una persona que promovió nuevos monumentos -durante su mandato se ha inaugurado uno dedicado a la Constitución- y no como el político que se dedicó a quitar los que había.El monumento al anterior jefe del Estado se colocó en la plaza Mayor de Guadalajara por acuerdo de la última corporación municipal del anterior régimen. Fue inaugurado el día 4 de diciembre de 1976, en presencia de Carmen Polo, señora de Meirás, viuda del general Francisco Franco.

El proyecto de reforma de la plaza Mayor ha supuesto también la desaparición de varios árboles.

Tras la protesta inicial de grupos ecologistas alcarreños por esta circunstancia, representantes municipales se reunieron con estos últimos y llegaron al acuerdo de respetar los tres, ejemplares más significativos que existen en la plaza.