Procesados los. principales 'padrinos' de la Mafia de EE UU

"El martes fue un mal día para la Mafia norteamericana, probablemente el peor de su historia", afirmó satisfecho el fiscal neoyorquino Rudolph Giuliani, que ha tenido el valor y la paciencia de esperar 1.9 meses para conseguir las pruebas que han permitido el procesamiento de los principales dirigentes del consejo de administración de la Mafia. Nueve supuestos líderes de las cinco familias del crimen organizado en Nueva York fueron procesados el martes por un gran jurado federal, acusados de participar en una comisión mafiosa nacional, que decide asesinatos, realiza tráfico de drogas, préstamos usurarios, juego ilegal, extorsiones y fraude organizado.

La vigilancia por medios electrónicos, plasmada en centenares de horas de grabaciones clandestinas, ha sido la clave para lograr los procesamientos.La actuación judicial se considera el golpe más duro de los últimos años contra el crimen organizado. Lo que no significa, sin embargo, el fin de la Mafia, una de las instituciones más poderosas de este país, que si se contabilizaran sus actividades legales aparecería en un lugar preeminente en la lista de las 100 primeras empresas de la nación que publica la revista Fortune. El director del Buró Federal de Investigación (FBI), William Webster, afirmó que la acusación es "histórica" y "expone la estructura y la dirección del crimen organizado a una escala desconocida hasta ahora".

La salida de los grandes capos del despacho del fiscal tras serles comunicada el acta de acusación, filmada por la televisión, recordaba los tiempos de la prohibición, que marcaron el comienzo de las actividades de la Mafia en Estados Unidos. Allí estaban, como en una vieja película de Hollywood, los Castellano, Salerno, Langelia, Rastelli, Corallo, fumando grandes puros habanos y tocados con sombreros de la década de los cincuenta. Sus abogados afirman que la acusación no tiene pruebas suficientes contra estos ciudadanos, que han sido puestos en libertad provisional bajo fianzas de más de un millón de dólares (190 millones de pesetas) cada uno.

Desde hace tres años, 100 agentes del FBI y detectives de la policía neoyorquina, divididos en cinco grupos, seguían las actividades de las distintas familias mafiosas. El acopio de pruebas para lograr el actual procesamiento fue iniciado hace 19 meses y se han utilizado miles de horas de grabaciones magnetofónicas, conseguidas a través del control de 90 teléfonos y la instalación de 80 micrófonos secretos. En esta guerra contra el crimen, la policía se ha servido también de los micrófonos direccionales, que pueden atravesar paredes y captar conversaciones a centenares de metros de distancia.

Los investigadores colocaron en 1982 un micrófono en: el tablero de mandos del Jaguar de Anthony Corallo, el capo de la familia Luchese, lo que permitió a la policía seguirle hasta una reunión de la comisión y posteriomente obtener los comentarios que realizó sobre la misma en su automóvil.

Plantar un micrófono

Los agentes federales consiguieron también plantar un micrófono en la casa de Staten Island propiedad de Paul, gran Paul, Castellano, el líder de la familia -Gambino. El fiscal Giuliani asegura que en las cintas magnetofónicas hay material suficiente para probar más acusaciones en el futuro, que acabarán rompiendo a la Mafia en un período de cuatro o cinco años.

Para lograr estos procesamientos, Giuliani ha logrado la colaboración de 30 testigos.

La acusación afirma que los procesados, supuestos líderes de las familias Genovese, Gambino, Luchese, Colombo y Bonanno, forman parte de la cornisión, auténtico consejo de administración del crimen organizado, que fue formada en 1931 por el célebre Charles Lucky Luciano para coordinar en todo el país las actividades de los distintos clanes mafiosos. La acusación asegura que la citada comisión "promovía 31 estimulaba un clima de terror para evitar que las distintas facciones pelearan entre sí, rompieran el código de silencio y se metieran en el territorio de las otras familias.

Esta misión de resolver los problemas familiares se concretó en 1979, según el auto de procesamiento, en la autorización dada por este politburó de la Mafia para el asesinato de Carmine Galante, entonces uno de los jefes de la familia Bonanno, que fue abatido a tiros y cayó, como en el cine, con un puro a medio acabar pegado a su boca. La comisión también ordenó el asesinato de otros tres dirigentes del clan Bonanno.

Este consejo supremo, que controla 26familias mafiosas en todo Estados Unidos, es el encargado de regular y dividir las distintas actividades de la multinacional de la Mafia. La acusación ofrece pruebas sobre su actividad para controlar, mediante un sistema de 6torsiones, la industria del cemento. La comisión manipulaba las subastas de cemento para las grandes obras, extorsionando a los contratistas y amenazándoles con provocar problemas laborales para conseguir los contratos a los precios fijados por la Mafia.

La comisión que ha sido ahora desarticulada era la responsable de: aprobar el ingreso de nuevos mafiosos; reconocía formalmente a los nuevos jefes de los distintos grupos y controlaba la relación con la Mafia siciliana, que es considerada una empresa aparte. Las cinco familias de la Mafia neoyorquina, cuyos nombres provienen de los hombres que las dirigieron en. su origen, tienen unos 860 miembros y 2.000 asociados, según un. informe policial presentado ante el Senado. En sus actividades legales, los Gambino se especializan en empresas de alimentación, entretenimiento y negocios de joyería. Los Genovese se dedican a las tiendas pornográficas y a los sindicatos. La familia Colombo tiene sus intereses en funerarias, agencias de propiedad inmobiliaria y distribuidores de licores. últimamente ha creado una productora de películas para la televisión.