Los deseos cumplen años los martes y 26 (dos veces 13)
Quizás sea conveniente quitarse las gafas de sol para poder observar los tenues movimientos que se están produciendo en el mercado, ya que son tan sutiles que, a simple vista, podría parecer que nada ha cambiado.Esta primera y no totalmente exacta impresión podría basarse en una serie de datos muy semejantes a los de días anteriores: el índice desciende 46 centésimas, los bancos pierden otros 0,83 puntos, las eléctricas caen otro 0,75%, mientras que los únicos signos positivos se sitúan en construcción (ocho centésimas), químicas (47 centésimas) y comunicaciones (67 centésimas).
Pero al analizar las cosas se pueden extraer conclusiones interesantes. Quizás, por ejemplo, que la caída de las eléctricas se ha ralentizado sustancialmente, y que incluso dos compañías -Unión-Fenosa e Iberduero- ya han remontado posiciones. Curiosamente, estas dos empresas habían anunciado el mantenimiento del dividendo -e incluso su posible incremento en el segundo caso- a través de estas mismas páginas. Puede ser una casualidad, pero es absolutamente cierto que los operadores esperan que todas las compañías del sector terminen de explicar cuál va a ser su política de derramas -también las del ejercicio actual- para adoptar las decisiones pertinentes.
Posiblemente también se dé el caso de que los analistas hayan caído en la cuenta de lo que supone, por ejemplo, el problema de las compensaciones del sector, y que, en definitiva, viene a suponer que aquellas empresas que más deben pagar son las que tienen unos menores costes de producción. Si a eso se une que el objetivo gubernamental es el garantizar que la cuantía de esos pagos no ponga en peligro la rentabilidad de esas empresas, ahí se puede encontrar otra causa del cambio de actitud de algunos expertos.
Y frente a la previsible recuperación casi general del sector eléctrico, que bien podría tener lugar en la sesión de hoy, los bancos continúan metidos en un pantano del que difícilmente podrán salir, a pesar de que algunos analistas insistan en los apreciables niveles de rentabilidad que ofrecen algunas entidades. Las dificultades a la hora de liquidar estas posiciones y su exclusión de las operaciones a crédito parecen haber sido dos obstáculos importantes que han impedido, entre otras causas, cualquier reactivación del corro. En todo caso, la caja de las siete mayores entidades volvió a registrar ayer un saldo vendedor, esta vez por 222.173 títulos, algo menor que la jornada anterior, pero igualmente preocupante. El hecho de que el Popular barriera todo el papel, bajando ocho enteros, y que terminara con dinero, no deja de ser una anécdota que no necesariamente debe llevar más lejos.
Más clara es la evolución de Telefónica, que además de subir una peseta el precio de su cupón -lo que confirma sus intenciones de caminar de abajo arriba en la ampliación- registró también un aumento de sus acciones, que subieron 0,62 enteros.
Todos estos signos, evidentemente, no son de rabia, sino todo lo contrario. El repunte técnico se encuentra a la vuelta de la esquina y ya se sabe que es mejor no dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy.
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