Las perlas enseñan sus dientes
Las perlas están de moda otra vez incluso entre los compradores jóvenes, según se ha puesto de manifiesto en las últimas ferias de joyería celebradas en España, así como en la mayor demanda originada en Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Suiza, Hong Kong y República Federal de Alemania, afirma José Arquero, director de la publicación especializada Diamantes/Oro y de la revista Joyas & Joyeros, cuyo primer número acaba de salir al mercado. Estas gemas habían sufrido una profunda crisis a raíz del descubrimiento japonés de la posibilidad de producir perlas artificiales.En la actualidad, Japón se ha convertido en el monopolizador de esta industria. España, que ¡inporta estas gemas mayoritariamente de ese país asiático, compró durante el primer trimestre del pasado año 336 kilos de perlas, que equivalían a unos 230 millones de pesetas.
Antes que nada conviene señalar que las perlas se luelen medir en mommés (un mommé equivale a 3,75 gramos), y más raramente en quilates (un mommé equivale a 18,75 quilates). El diámetro de la perla se mide en milímetros, y los collares, en pulgadas (una pulgada equivale a 2,54 centímetros). Así, el precio medio de las perlas importadas en España el año pasado equivalía a 2.565 pesetas/mommé.
La perla es una gema de origen animal, por lo que no recibe talla alguna. Cuanto más grande es, a igual calidad, su precio es mayor. Su tamaño suele variar entre tres y ocho milímetros de diámetro, aunque algunos ejemplares de Australia pueden alcánzar entre 12 y 16 milímetros.
Quizá no sea tan importante como pueda parecer a primera vista la perfección de la superficie de la gema, ya que, aunque es esencial que la perla tenga un grano fino, los hoyuelos que suele presentar no equivalen necesariamente a las impurezas que puedan afectar a otro tipo de piedras.
Más características de las perlas son el lustre (reflejo nítido y esz especie de aureola que poseen estas gemas), y el oriente (capacidad para iridiar el color). La simetría (esfericidad) también cuenta con una especial importancia a la hora de fijar el valor de una pieza. El color, por el contrario, tiene poca incidencia en el precio. La gama abarca desde el blanco, rosa, crema rosada, salmón, plata, dorado y crema, hasta verde, negro, azul gris y marrón (poco utilizado).
Por último, la forma de las perlas es muy amplia y comprende desde la redonda, media perla (mabe) y tres cuartos, hasta las barrocas (irregulares), que se subdividen en semibarrocas, ovales, perilla o gota y botón. Tampoco la forma influye, mucho en el precio, y que cada tipo se utiliza para un diferente artículo de joyería. Así, la media perla se emplea en pendientes, sortijas y broches; la tres cuartos, en broches y hebillas; la depera, en pendientes y colgantes mientras que las redondas rosada se acoplan bien a los anillos.
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