El Uruguay de Nelson Marra
¡Cuántos gazapos se han dicho en el artículo publicado bajo la firma del uruguayo Nelson Marra.! (Véase EL PAIS del 15 de febrero, página 4.)Es inaudito e inadmisible que pueda tergiversarse con tanta alevosía la actual realidad política y social de Uruguay ante la opinión pública española. El señor Marra miente a sabiendas cuando descalifica gratuitamente al líder del Partido Nacional señor Wilson Ferreira Aldunate y a su hijo Juan Raúl. El grupo político de los señores Ferreira, que representa a más del 96% del electorado del Partido Nacional y a más del 3,1% del electorado del país en las, elecciones celebradas en noviembre de 1984, propugnaba un programa de gobierno que no difería un ápice del que proponía el partido Frente Amplio, la otra fuerza progresista, que recibe un poco más del 21% de los votos del electorado uruguayo. Y por el contrario, el partido de los señores Ferreira tenía una línea más progresista en temas muy concretos, como la banca extranjera y la tenencia de la tierra (reforma agraria).
También falta al más elemental rigor periodístico cuando analiza con cierto sectarismo la legislación electoral uruguaya, que "permite a los partidos", según dice Marra, en clara alusión al Blanco y al Colorado, "que posiciones de derecha se encuentren con posiciones de izquierda". Pues bien, dicha legislación electoral ha permitido que, dentro del partido Frente Amplio, el grupo más votado del señor Hugo Batalla (con más del 40% de los votos de dicho partido), con una posición ideológica de centro-izquierda, haya sido aupado, por su derecha, por el Partido Demócrata Cristiano; por su izquierda, por los partidos socialista y comunista; por su ultraizquierda, por un par de minúsculas agrupaciones políticas.
También resulta muy penoso que se ofenda por gerontócrata a una de las glorias de la literatura universal, como lo es Juan Carlos Onetti. El señor Marra oculta muy cuidadosamente que Onetti sufrió prisión, teniendo que emprender después el doloroso camino del exilio por ser integrante de un tribunal literario que otorgó un inoportuno premio a un cuento del que era autor el señor Marra; que dicho cuento fue publicado en la revista Marcha, de Montevideo -la más prestigiosa durante muchos años de América Latina-, provocando la clausura de la misma (de modo definitivo) por la dictadura militar y la prisión y posterior exilio de su director, don Carlos Quijano.
Aconsejo al compatriota señor Marra que, siguiendo la máxima del emperador-filósofo, se apresure despacio, que sea optimista y que recuerde que esa "gerontocracia uruguaya", de la que tan despreciativamente ha escrito, ha elegido un Parlamento con mayoría absoluta de los grupos políticos progresistas.- José Luis Bertalmío.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.