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Irritación en el Gobierno español ante el anuncio de que Reagan trataba de adelantar su viaje a Madrid

El anuncio, hecho de manera unilateral y oficiosa, de que el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, adelantaría en dos días su visita a Madrid ha provocado una notable irritación en medios gubernamentales españoles, que llegaron a amenazar con no aceptar el cambio de fechas, dijeron ayer medios de la Administración. Durante todo el día de ayer, altos funcionarios de la Embajada norteamericana en Madrid negociaron con las autoridades españolas un "calendario posible" para el viaje de Reagan, cuyo adelantamiento al 6 de mayo aún no era oficial ayer.

Tanto medios norteamericanos como de la Oficina de Información Diplomática, insistieron ayer en la falta de absoluta certeza sobre la fecha precisa de la visita de Reagan. Desmintieron así algunas informaciones periodísticas previas. Algo semejante ocurría al mismo tiempo en Lisboa, dado que también el calendario de la visita del jefe del Estado norteamericano a Portugal se había visto modificado.Para las autoridades españolas fue "un agravio" la decisión presidencial norteamericana de modificar las fechas del viaje a España, justificando el cambio en una decisión de última hora por la que Reagan intervendría el 8 de mayo ante el Parlamento Europeo, en Estrasburgo. El embajador norteamericano en Madrid, Thomas Enders, se entrevistó ayer con autoridades españolas en un intento de justificar las razones del proyectado adelanto.

Mantener las fechas

Sin embargo, ayer tarde no se descartaba la posibilidad de que Washington intentase reconducir de nuevo el calendario de la visita europea de Reagan y mantener el viaje a España los días 8 y 9 de mayo a la vista de la irritación española, "claramente expresada al más alto nivel", según una fuente diplomática. En este último supuesto, lo único que se modificaría sería la fecha de la llegada de Reagan a Madrid, que tendría lugar el 8 de mayo, pero después de su discurso en Estrasburgo; ello supondría, posiblemente, que habría que acortar el programa de actos en Madrid del presidente americano.

La Administración española consideró "la gota que colma el vaso" el anuncio, del que llegó a hacerse eco la agencia oficial Efe, de que Reagan adelantaría su visita oficial a nuestro país en dos días, después de que se hubiesen cerrado las fechas del 8 y 9 de mayo y se hubiesen adecuado al respecto las agendas del Rey y del presidente del Gobierno.

El PSOE espera explicaciones

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Este anuncio, efectuado unilateralmente y, al parecer, sin consultar a las autoridades españolas, seguía a la expulsión de dos miembros de la legación norteamericana en España por actividades de espionaje; ambos fueron sorprendidos "de forma rocambolesca, parecía que quisiesen ser capturados", de acuerdo con una fuente de la seguridad española.

La revelación, la semana pasada por la prensa de Washington, de los planes secretos de la Administración estadounidense, consistentes en instalar armamento nuclear en un número de naciones, entre ellas España, en caso de urgente necesidad, también significó un "golpe por sorpresa" para el Gobierno de Felipe González; la carrera contra el tiempo del Ejecutivo para convencer a la opinión pública española de la necesidad de votar sí a la permanencia en la OTAN cuando se convoque el referéndum encuentra "un nuevo e inesperado obstáculo" con la divulgación de la noticia, de acuerdo con medios solventes.

La ejecutiva federal del PSOE dedicará, por su parte, su reunión semanal del próximo viernes, a la discusión de los últimos incidentes surgidos en la relación bilateral España-USA. Un portavoz de la ejecutiva declaró que el PSOE espera "una explicación suficiente", tanto por lo que se refiere al descubrimiento de los dos supuestos espías, como a los planes de nuclearización del territorio español.

La elección de este año para la visita oficial a España de Ronald Reagan estaba condicionada, en buena parte, por el calendario político español. Un retraso de varios meses haría coincidir este viaje con el prometido referéndum sobre la OTAN, lo que era considerado contraproducente por parte española.

Miguel Herrero de Miñón, portavoz del Grupo Popular del Congreso de los Diputados, trató ayer de tramitar una pregunta urgente al Gobierno, para que fuese respondida en la sesión plenaria de esta tarde, acerca de si el Ejecutivo conocía o no los planes secretos de nuclearización del territorio español. Sin embargo, Herrero no logró ayer que la pregunta sea incluida en el orden del día del Pleno de esta tarde, por lo que, deberá aguardar a la semana próxima para llevar al Parlamento la discusión sobre este tema.

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