Westmoreland retira su demanda por libelo contra la CBS
La última batalla de la guerra de Vietnam concluyó ayer con un pacto en un tribunal de Manhattan 10 años después de que los norteamericanos abandonaron derrotados Saigón. El general que no pudo ganar la guerra, William Westmoreland, retiró ayer su demanda por libelo contra la cadena de televisión CBS, a la que pedía 120 millones de dólares (unos 21.000 millones ole pesetas), por un documental emitido en 1982 que afirmaba que Westmoreland, entonces jefe de las tropas estadounidenses en Vietnam, conspiró para suprimir datos sobre el número de fuerzas enemigas, engañando al presidente, al Congreso y a la opinión pública.
Westmoreland, de 70 años, ha optado por una retirada estratégica a tiempo ante la creciente evidencia de que iba a perder el caso, que se cierra así sin vencedores ni vencidos. El comienzo del fin se inició probablemente la pasada semana, cuando el coro nel retirado Gains B. Hawkins uno de los ayudantes de Westmoreland en Vietnam, afirmó ante el tribunal que había ordenado a los oficiales que trabajaban con él que redujeran las estimaciones sobre el número de las tropas norteamericanas después de que Westmoreland le dijera en 1967 que cifras mas altas eran "políticamente inaceptables" Poco antes, el jefe del espionaje de Westmoreland en Vietnam, el general Joseph McChristian, testificó ante el tribunal que Westmoreland temía en mayo de 1967 que las nuevas cifras de la fuerza enemiga tendrían el efecto de "una bomba política" en Washington.La CBS no rectifica su información ni paga un dólar a Westmoreland, aunque sí acepta correr con las costas del juicio. Aunque es evidente que Westmoreland no ha conseguido derrotar a la CBS, durante el desa rrollo del juicio han surgido du: das sobre la objetividad de la cadena de televisión y sobre el sistema de edición del documental. Los litigantes dijeron ayer que habían tenido oportunidad de exponer sus respectivas pos¡ciones y que la continuación de la batalla legal no tenía sentido. Westmoreland admite, su respeto por la CBS y el derecho de esta cadena de televisión a "examinar el completo tema de Vietnam y presentar, perspectivas contrarias a las suyas". Por su parte, la CBS afirma su respeto por el general, que mandó las tropas en Vietnam desde 1964 hasta 1968, y asegura que nunca intentó afirmar -y no cree- quie Westmoreland fue antipatriota o desleal en el desarrollo de su misión, tal como él la entendía.
Concluye así lo que ha sido calificado como el juicio por libelo del siglo, con la reputación de un prestigioso general de cuatro estrellas enfrentada a la credibilidad de una gran cadena de televisión. Sólo faltaba una semana para que el jurado emitiera su veredicto en este caso, que se inició el pasado 9 de octubre y que ha supuesto la revisión de la guerra de Vietnam. Dieciocho semanas de testimonios ante un tribunal de distrito de Manhattan, que ha utilizado una documentación de 400.000 páginas, y 36 testigos no habían sido suficientes hasta ahora para que Westmoreland demostrara concluyentemente la culpabilidad de la CBS. Por el asiento de los testigos en la sala han pasado personalidades famosas de aquella época que este país desea olvidar, como el ex secretario de Defensa, Robert MeNamara, o el consejero de Seguridad Nacional del presidente Johnson, Walt Rostow.
Fracaso de la nueva derecha
Westmoreland había iniciado este juicio con el objetivo, confirmado por su abogado, Dan Burt, de "desmantelar una de las grandes cadenas de televisión" considerada como parcial y peligrosamente liberal por importantes sectores de este país. La nueva derecha, a través de la Fundación Capitol Legal, se ha gastado en vano más de tres millones de dólares en la última batalla del general retirado. Westmoreland -de forma similar al ex ministro israelí de Defensa, Ariel Sharon, en su proceso contra Time- ha intentado ganar ante un tribunal la guerra que perdió en Vietnam. Para este orgulloso general, que tras la guerra en el sureste asiático fue jefe del Estado Mayor del Ejército, Estados Unidos no perdió la guerra de Vietnam en los arrozales y en lajungla del sureste asiático, sino en la de los cuartos de estar de los norteamericanos, por culpa de la televisión, que mostró todo el horror de la contienda y movilizó al país contra su continuación.El documental de la CBS, titulado El enemigo sin contabilizar: una superchería en Vietnam, acusaba a Westmoreland de suprimir información que tenía a través de sus servicios de espionaje para asegurar que las tropas norvietnamitas nó llegaban a 300.000 combatientes. El objetivo era mantener en EE UU el apoyo político a la guerra. El documental denunciaba también que Westmoreland manipuló la información sobre las infiltraciones norvietnamitas previas a la ofensiva del Tet, y, posteriormente a la misma, uno de sus oficiales había borrado las cintas de ordenador para ocultar el engaño.
La CBS trataba de demostrar que en una crucial reunión celebrada en la Casa Blanca en abril de 1967, Westmoreland aseguró al entonces presidente, Lyndon Johnson, que el Ejército enemigo estaba estabilizado en 285.000 combatientes y que se estaba ganando la guerra de desgaste. Westmoreland no contabilizó a los irregulares: campesinos, mujeres y niños que colocaban trampas mortales, donde caían los marines, y que luego regresaban a sus aldeas para llevar una vida normal.
La historia de aquella época habla de un Johnson desesperado al ver que su escalada en Vietnam, adonde había enviado 500.000 soldados, no conseguía ganar la sucia guerra. Meses después anunció que no se presentaba a la reelección.
En un caso de libelo como éste, en el que el demandante es una personalidad pública, la acusación no sólo tenía que demostrar que la CBS mintió y falseó los datos de su documental, sino que también debía probar que lo hizo con malicia y a sabiendas de que eran falsos.
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