Espías en Nueva Delhi
Le Nouvel ObservateurEn este Watergate indio, provocado por el primer ministro, Francia perderá algo de prestigio, pero no saldrá demasiado trasquilada, pese a la evidente culpabilidad del coronel Alain Bolley y a las sospechas que ya pesan sobre otro diplomático francés. Peor para los envidiosos del Este y del Oeste: pese a las zancadillas, seguiremos vendiendo cañones, misiles, Mirage, centrales telefónicas, ferrocarriles, etcétera. Con las mismas ganancias, pero con menos grandeza...Gandhi ha decidido quedarse con el monopolio de la grandeza. Ha sabido jugar sus triunfos. Ante la opinión pública resplandece más que nunca. Sin embargo, el problema era arduo: ¿cómo provocar una purga sin desautorizar los deseos de mamá? La respuesta era sencilla: imitar su ejemplo invocando los peIigros de la intervención extranjera inherente a la India y descubriendo el 3,sunto a la opinión pública.
(...) SDECE, CIA, KGB... En el trópico de Cáncer no falta nadie. Todos se han abalanzado con gula sobre el pastel indio, convertido inesperadarnente en mercado tras el frcaso de las inversiones y ventas en África y Latinoamérica.
14 de febrero
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
