El PSOE espera una explicación de Washington sobre el caso de los dos espías expulsados de España

El PSOE espera del Gobierno de Estados Unidos una explicación al Ejecutivo y al pueblo español sobre los últimos acontecimientos registrados en las relaciones entre ambos países, dado que no se enmarcan en la actitud propia de dos países aliados: el descubrimiento de dos espías norteamericanos en las proximidades de la Moncloa y los planes de instalación de armas nucleares en España divulgados por la Prensa estadounidense, según afirmaron fuentes socialistas. Entretanto, el Gobierno español declina pronunciarse al respecto, mientras que el PCE, partidos extraparlamentarios y comités anti-OTAN, preparan una campaña de movilizaciones contra la próxima visita a España del presidente norteamericano, Ronald Reagan.

La comisión ejecutiva federal del PSOE analizará esta semana de forma conjunta el caso de los espías y el de los planes secretos norteamericanos para instalar armas nucleares en España y en otros países de la OTAN, y su repercusión en las relaciones bilaterales entre España y los Estados Unidos, sin perder de vista la próxima visita de Reagan. La ejecutiva socialista se pronunció la pasada semana sobre ambos supuestos por separado.En la reunión del viernes de la cúpula dirigente del PSOE, el secretario de Organización, Txiki Benegas, afirmó que el Gobierno español había actuado correctamente al expulsar a los dos espías.

A la espera de un "gesto"

Estos acontecimientos han causado preocupación en el seno del PSOE al considerar que con estos hechos puede aumentar el rechazo de parte de la sociedad española hacia la OTAN. Los socialistas esperan "un gesto" y una "explicación suficiente" de Estados Unidos para paliar en parte su "equivocación", en un momento en el que el Gobierno español ya se ha mostrado favorable a permanecer en la Alianza Atlántica y prepara su estrategia para convencer al pueblo de que tal situación no resta soberanía al país, según señalan las mismas fuentes.

El PSOE considera que la actitud norteamericana constituye una intromisión clara, y que "es inadmisible en las relaciones de dos países que son aliados". Esta fuente socialista asegura, no obstante, que su partido no puede hacer un "desaire", al presidente Reagan en su próxima visita de mayo, dado que las buenas relaciones con EE UU son de "vital importancia para España".

El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, declinó ayer efectuar comentario alguno sobre la expulsión de los dos espías, así como de la protesta que van a desarrollar diversos sectores sociales ante la llegada de Reagan a España. "Ésta es una visita de Estado, normal. Es el presidente de un país amigo y aliado y nos sentimos muy honrados con su presencia", dijo Morán. El titular de Exteriores, para remachar la normalidad de esta visita, recordó el viaje en 1983 a Washington, del presidente del Gobierno español, Felipe González. "Por tanto, el viaje del Presidente Reagan, está dentro de toda lógica", añadió Fernando Morán.

Continúa por tanto, el implícito pacto de silencio tanto en el Gobierno español como en el norteamericano, si bien en la opinión pública de ese país, según refleja la prensa de Estados Unidos, estos hechos no han pasado desapercibidos y se vincula con preocupación la visita a España de Ronald Reagan con el referéndum de la OTAN, sin olvidar el temor de Washington a que se extienda por los países aliados la llamada "alergia nuclear" tras hacerse público el documento secreto del Pentagono para desplegar cabezas atómicas en esos territorios.

Ver a Reagan de cerca

El presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, tampoco quiso entrar en análisis de las posibles repercusiones que puedan tener en las relaciones Madrid-Washington los últimos acontecimientos. "Las relaciones entre ambos países son buenas y serían mejores sí no hubiera habido equivocaciones". Las equivocaciones para el presidente de AP son del Gobierno español, tales como la de su actitud cambiante con respecto a la OTAN y el anuncio de celebrar un referéndum. La visita del presidente "del país más importante del mundo es buena y conveniente" dijo Fraga. Según él, con ella los españoles podrán "ver de cerca" que Reagan es una persona "natural y agradable, y no un mal actor o un peligro para la humanidad como se le quiere presentar", añadió.

Las próximas movilizaciones previstas de rechazo a esta visita -"en las que desde luego no pienso participar", puntualizó Fraga en tono jocoso-, no preocupan excesivamente al dirigente conservador. "Respecto a esas minorías", agregó, "espero que el Gobierno pondrá los medios suficientes para que molesten lo menos posible".

Gerardo Iglesias, secretario general del PCE, afirmó ayer en Sevilla que "tras los últimos actos de espionaje es humillante recibir en nuestro país al Presidente Reagan como amigo" Por su parte, el portavoz comunista, Andreu Claret, se mostró ayer en Salamanca partidario de retirar "el plácet al embajador de Estados Unidos en España, Thomas Enders", según informa Efe. Esta petición fue también solicitada los pasados días por el secretario general del sindicato CC OO, Marcelino Camacho. El PCE, en unión de su organización juvenil, partidos extraparlamentarios y comités anti-OTAN, prepara una camapaña de rechazo a la visita de Reagan. Estos comités ya se han anticipado en estos carnavales preparando un cortejo que desfilará en Madrid con una parodia llamada Bienvenido Mr. Mc´OTAN.