La ratificación del tratado puede conseguirse en 5 meses

Las graves dificultades que presenta la oferta de la Comisión Europea sobre los capítulos fundamentales para los intereses españoles de agricultura, pesca y asuntos sociales hace muy difícil que las negociaciones para la adhesión puedan culminarse en marzo, lo que abre la posibilidad de que el ingreso se retrase un año. El objetivo español de entrar en la CEE el 1 de enero de 1986 está condicionado además a la ratificación del tratado por los parlamentos de los países comunitarios.Los trámites parlamentarios, diferentes en cada país de la CEE, pueden tardar en el caso extremo hasta un año. El Gobierno, en la hipótesis de que las negociaciones puedan ser finalizadas en un mes o mes y medio, tiene estudiadas las -complicaciones para la ratificación del tratado, que no impiden, sin embargo, el ingreso en la fecha prevista. Incluso está prevista una operación de Estado para que la firma del tratado se produzca en Madrid., con la presencia de los jefes de Estado o de Gobierno de los países comunitarios.

Si se tiene en cuenta la experiencia de la adhesión de Grecia, la ratificación por el Parlamento de Holanda, donde no está prevista la tramitación de urgencia, es la que presenta mayores dificultades de tiempo (11 meses en el caso griego). Pero queda el recurso de habilitar el mes de vacaciones parlamentarias de julio por la vía de la sesión de urgencia, por lo que sí cobra especial relevancia la fecha del fin de la negociación hispano-comunitaria. En el caso de la RFA, donde no se suele aplicar el trámite de urgencia, el procedimiento normal puede retrasarse hasta cinco meses. En todos los demás casos los plazos óptimos van de menos de un mes (Francia, Reino Unido y Grecia) a un máximo de cuatro o cinco (Bélgica, Dinamarca, Italia y Luxemburgo).

La convocatoria de elecciones anticipadas plantea problemas añadidos. En Bélgica están previstas, pero no se realizarán hasta octubre o noviembre -para separarlas de la anunciada visita del Papa-, con lo cual es posible mantener los plazos previstos. En Grecia se celebrarán elecciones presidenciales en abril y generales en otoño, y el posible problema de política interna quedaría solventado si los socialistas, actualmente en el poder, respaldan como candidato presidencial a Karamanlis.

El problema más delicado lo ofrece Francia, donde la probable convocatoria de elecciones anticipadas suscitará problemas de política interna desfavorables para la adhesión española. Está también el peligro de que la ratificación de la adhesión española pueda ser bloqueada en el Senado, donde la oposición conservadora tiene la mayoría.