Huelga en los medios informativos italianos por la detención de un periodista
Los periódicos italianos no saldrán hoy a la calle y enmudecerán los informativos de radio y televisión en protesta por la condena a un joven periodista así como por la ruptura de las negociaciones para la renovación del convenio colectivo entre el sindicato único de periodistas y la Federación de editores de prensa.Esta huelga sigue a la que mantienen los tipógrafos que, por cuarta vez, paralizaron las agencias de prensa el pasado miércoles.
Sin embargo, la razón de fondo por la que la huelga ha sido convocada es en solidaridad con Paolo Longanesi, el joven periodista del diario de Il Giornale, que dirige Indro Montanelli, encarcelado durante 48 horas bajo la acusación de haber revelado información bajo secreto judicial.
El periodista, que fue puesto el jueves en libertad provisional, ha sido alejado por un mes del ejercicio de la profesión. La acusación concreta de los magistrados que decidieron su inmediata detención radica en que descubrió que un importante mafioso estaba colaborando con los jueces y que, gracias a sus confesiones, estaban a punto de ser detenidos personajes importantes de Italia. La noticia fue considerada como "un favor personal" en relación con los presuntos acusados por el mafioso, que podían de este modo escapar a la justicia.
Pero la reacción tanto de la Asociación Nacional de la Prensa, que es el sindicato único de periodistas, como de la dirección y redacción de Il Giornale ha sido durísima contra la Magistratura. A su regreso de la cárcel, Paolo Longanesi fue acogido por toda la redacción del periódico con grandes aplausos, mientras la televisión lo entrevistó junto con su director, Indro Montanelli, quien calificó a los jueces que encarcelaron a su periodista como cortos de mente.
Con ironía, Montanelli afirmó: "A Paolo le han hecho un favor porque le han ayudado a madurar deprisa, ya que lo que corona a un buen informador es la experiencia de la cárcel, que en nuestra profesión, un día u otro, a todos nos toca probar".
Las acusaciones que han llovido en toda la Prensa italiana contra la decisión de encarcelar a Longanesi se basan en que los jueces deben buscar y castigar a quienes dan al periodista material secreto y no a quien lo publica.
Ahora ha vuelto a surgir el eterno problema de la necesidad de una nueva legislación que proteja al periodista permitiéndole ampararse en el secreto profesional. De cualquier modo, el episodio de Longanesi demuestra que las relaciones entre Magistratura y Prensa en Italia están pasando por uno de sus peores momentos.
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