Juntas, pero no revueltas
Cuando las sonrisas se convierten en la nota predominante del parqué es todo un síntoma. Bien es cierto que los fines de semana insuflan ese estado de ánimo, sin más complicaciones. Pero en esta ocasión la marcha de la bolsa venía a corroborar el optimismo.La subida del índice general se ralentizó respecto a jornadas anteriores, pero este hecho se daba por supuesto, ya que los finales de tanda son más propicios a las ventas. Excepto el recorte de Telefónica, todos los valores aguantaron la llovizna sin mayores problemas.
Pero los operadores siempre andan buscando tres pies al gato, en esa inagotable captura de mayores ganancias. La polémica en estos momentos gira en torno al futuro a corto plazo del sector bancario. Algunos analistas, que históricamente se han mostrado muy escépticos sobre este corro, han modificado sus posturas y ahora se muestran muy receptivos con estos valores, prediciendo un fuerte repunte.
Estos expertos basan su análisis en la junta del Banco de Santander que se celebra hoy en la capital cántabra. Se viene rumoreando estos días que allí se darán a conocer grandes e importantes novedades. Desde un aumento del nominal de las acciones -lo que equivaldría a una ampliación gratis- hasta una ampliación en la proporción de una acción nueva por cada 10 acciones antiguas. La verdad es que el rumor está tan extendido que puede ser absolutamente falso. Hoy mismo se sabrá la verdad.
Al amparo de esta nueva situación, prosiguen estos analistas, muchos inversores que ahora están descolocados en eléctricas o Telefónica volverán sus ojos hacia el corro bancario, donde algunas entidades, como Vizcaya, ofrecen unas rentabilidades por encima de las eléctricas.
De momento, está confirmado que numerosas órdenes de compra del exterior se vienen posicionando en títulos bancarios. Se originaría, así, un flujo de dinero desde eléctricas y Telefónica hacia los bancos, movimiento que ya parecía relegado al baúl de los recuerdos. Es decir, se pinta una situación idílica para estas entidades, e incluso algún operador llega a apostar cash en defensa de sus puntos de vista.
Lo cierto es que a la bolsa le vendría muy bien esta reacción bancaria, ya que éste es el único sector -junto a inversión mobiliaria, como es lógico hasta cierto punto- que continúa atascado en cotas muy cercanas a las de principio de año. Pero las lenguas viperinas no parecen muy convencidas de que vaya realmente a producirse este hipotético proceso.
Argumentan que la comentada operación Santander pone en cuestión toda la política defendida por la autoridad monetaria, al tiempo que recuerdan cómo los valores bancarios durante estos últimos tiempos siempre han terminado por perder las posiciones que duramente iban conquistando. Y no confían, en definitiva, en que los bancos puedan plantear una competencia seria a eléctricas o comunicaciones.
Como casi nadie es de piedra, y menos los especuladores, por el momento la caja de los siete grandes mostraba ayer un saldo positivo de 136.545 títulos. Curiosamente, el Santander cosechaba 128.365 acciones a la compra.
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